De obsesión a obligación

Tercera jornada de la segunda vuelta y la número 22 en Primera División deja la primera final para un Almería que no gana lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos.

El equipo rojiblanco de Rubi vivirá el próximo viernes, a las 21:00 horas, la primera final fuera de casa, lejos del recinto deportivo de la Vega de Acá.

Alta tensión

Hay que poner fin a la racha negativa a domicilio, donde los almerienses no han ganado un partido después de una primera vuelta y dos jornadas de la segunda vuelta del curso en el Campeonato Nacional de Liga en Primera División.

Ganar fuera no es una obsesión, es una obligación y gorda para que la calculadora de la salvación en la Liga de las Estrellas no se quede sin pilas. Ahora, con la segunda vuelta de la temporada en marcha, cada partido es una final, en el que todos o casi todos se juegan la vida para conseguir sus objetivos.

El Girona-Almería es la primera final lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos, donde hay que ganar sí o sí, por mucho que suene a topicazo. Los números de los de Rubi fuera de casa no son buenos, son pobres con vistas a conseguir el reto de la permanencia en el primer Almería de Turki en la máxima categoría del fútbol español.

Esas no son las cuentas

Ojalá se ganara todo en casa (no habría problemas para salvarse), pero esas no son las cuentas porque en casa lo normal es que no se gane todo.

Por eso, hay que ganar fuera para respirar mejor en la clasificación de la Primera División. El nuevo Almería de Rubi debe nacer el próximo viernes logrando los tres primeros puntos lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos.

Lo de la primera final fuera de casa no es un topicazo, es la pura realidad. Girona, Sevilla, Celta, Atlético de Madrid, Getafe, Real Madrid, Osasuna, Real Sociedad y Espanyol (última jornada de la temporada), es el calendario que le queda a la UD Almería lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos.