Unos echan el muerto al entrenador y otros a los jugadores pero sea por unos o por otros la UD Almería defiende mal y esto ya lo mostró en la primera jornada de la Liga.
La sangría de goles (5 en las últimas dos jornadas) lejos de remitir parece ir en aumento con fallos impropios de la categoría que ponen en bandeja el triunfo a los rivales.
El entrenador con el mercado de invierno abierto dejó claro que contaba con los jugadores que tenía en plantilla y por ende con los defensas para acabar la temporada.
Necesidad
Con el mercado abierto de par el par el Almería tuvo la opción de conseguir un central con experiencia en Primera para tapar ese agujero de la defensa.
El entrenador lo ha intentado cambiando centrales y laterales pero no toda la culpa es de los defensas ya que el equipo no defiende bien y le cuesta dejar la portería a cero.
Apuesta
Rubi ha confiado en la pareja de centrales del ascenso y lo ha pregonado a los cuatro vientos. Todos esperábamos que se irían acoplando y adaptando a la categoría pero los números hablan…
El preparador catalán confía en ellos y los mantiene en la alineación en una clara puesta en escena de sus firmes ideas pero el equipo no mejora.
Culpables
El foco parece estar puesto en la defensa pero no tiene toda la culpa de ello porque si el equipo gana lo hacen todos y si encajan goles todos son responsables.
La defensa es blanda desde la primera jornada y el equipo se desajusta y deja pasillos que le condenan a recibir goles. No es nuevo. Sigue pasando y el entrenador sin ser el culpable es el máximo responsable de todo.
Si teniendo el portero que más para de la Liga van 34 goles algo se hace mal.
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