Aquí brilla la afición

Nunca nos vamos a poner de acuerdo en esta ciudad sobre si la categoría que nos corresponde es la Primera o la Segunda por aquello de ser cabeza de ratón o cola de león. La Primera es muy bonita y con un presidente rico toca disfrutarla.

Se venden todas las entradas y el campo se ha quedado pequeño pero cuesta mucho ver perder al equipo y solo se han saboreado 6 victorias en 22 jornadas.

Faltan seis triunfos más para asegurar otro año en la élite y por la afición no va a quedar a la hora de arropar al equipo para que en el Mediterráneo caigan los rivales.

La provincia

El Almería ha dejado de ser un equipo del hambre para convertirse en una entidad de clase media en la Liga de las Estrellas. Todo son ventajas a la hora de competir en la élite. Todo.

El nombre de la provincia da la vuelta al mundo cada jornada de Liga y la imagen de todo lo que representa Almería se ve reforzada con el magnetismo del fútbol. Nada como competir en la élite del fútbol.

La economía

Los ingresos que recibe el club en la Primera multiplican los de Segunda y si logras encadenar dos o tres temporadas en la élite la economía de la provincia se ve fortalecida a todos los niveles.

La Primera genera mucho ambiente y mueve mucho dinero por lo que a nivel de provincia no hay una noticia mejor. Aunque el equipo está sufriendo es mejor estar quinto por la cola en la élite que líder de Segunda.

Los niños

Los que más notan el ambiente de Primera son los más pequeños de la casa que arrastran a sus mayores al Mediterráneo para ver a esos equipos que aparecen en la colección de cromos. Cuando vienen los grandes de la Liga la ilusión se desborda.

La Primera División garantiza el fomento de la afición y los resultados muchas veces quedan aparcados cuando de animar al equipo de tus amores se trata. Hay que disfrutar jugar en la élite y siempre es preferible ser cola de ratón.