Un revulsivo ya

LA OPINIÓN: Si el equipo jugara como habla su entrenador ya estaríamos salvados de la quema. Rubi entra en la sala de prensa como el que va a un jacuzzi y nos cuenta un partido siempre diferente y nos deja con la boca abierta. Unos flipando y otros rajando: todos esclavos de sus palabras.

Muchas veces me acuerdo de esa frase tan almeriense de ‘flipar en colores’ y es que como dice Juan Melero (un sabio del fútbol) “Que quieres que diga el hombre”. En fin que todo el crédito que tenía se ha reducido a la mínima expresión.

Al Almería ya solo le queda una bala que es la de cambiar de entrenador para buscar ese revulsivo que no encuentra el preparador catalán que habla en la jornada 26 de ganar dos partidos seguidos “para verlo todo de forma diferente”, dice y nos preguntamos todos el como se hace eso: lo de ganar dos seguidos.

Sin alma

Unos dicen que la plantilla no da para más y que apuntemos al director único deportivo. Otros ven inocente a Rubi y todos con el cariño que le tenemos sabemos que por el camino que llevamos no salimos: estamos en Segunda.

El Almería es un equipo sin alma que tiene una gran afición detrás. Su entrenador se ha convertido en el padre de los profesionales sin reparar en lo que estos ofrecen en el campo: cada día peores y hasta flojos en lo físico.

No hay soluciones

La segunda vuelta era la buena decía Rubi cuando sus muchachos se adaptaran a la categoría y todo le ha salido rana poniendo en bandeja a los jefes un cambio de entrenador porque en fútbol está todo inventado.

Rubi lo deja todo para la próxima semana y no repara en el ‘mochuelo’ que tiene colgado con un Almería en descenso y que por imagen es peor que el último de la fila. Nada personal con el entrenado que tenemos. Lo diría igual de Bordalás o Marcelino.

No le queda otra

Yo no tengo claro que el que venga lo haga mejor que Rubi ni seré quien tome la decisión de cortar la cabeza a nuestro entrenador pero algo hay que hacer y no podemos poner en la calle a los futbolistas. Hay que probar algo distinto ya.

Algo tiene que cambiar en estas dos semanas de parón para ir a Vigo a comprar el décimo y buscar lo nunca visto. Rubi dice que lo van a conseguir pero cada vez con la boca más pequeña ante el desencanto de todos.

Hay que cambiar de entrenador. A Rubi se le ha parado el reloj.

Mohamed dijo que "no volveríamos a Segunda" (ya estamos) y Rubi que "al final lograremos el objetivo" (está por ver).

Una goleada en Vigo será el detonante.