El respeto se gana

Un detalle que no puede pasar por alto

La afición del Valencia dio un ejemplo de saber estar en el Mediterráneo.
La afición del Valencia dio un ejemplo de saber estar en el Mediterráneo. Juan Sánchez
Carlos Miralles
10:10 • 12 abr. 2023

Más de medio millar de aficionados del Valencia estuvieron el domingo en el Mediterráneo para vivir el partido contra la UD Almería y su comportamiento durante todo el día fue espectacular, ejemplar. El respeto en el fútbol se gana con detalles así. Con lo fácil que es animar a tu equipo sin necesidad de buscar enfrentamientos con la grada rival. A pesar de todo lo que se jugaban los equipos, la hinchada rojiblanca y valencianista ofreció a toda España un recital de saber estar.



Pero hubo un detalle que pudo pasar desapercibido, sobre todo para aquellos que siguieron el choque por la televisión. Las cámaras se van rápidamente a pie de campo con las entrevistas a los jugadores y José Luis Gayá, capitán del Valencia, tuvo que dar la cara. En el 'quesito' de Tribuna Baja el más de medio millar de público visitante mostraba su descontento con el resultado y el rendimiento de sus jugadores, además de pedir una vez más que el presidente Peter Lim abandone la entidad.



Ambiente



Mientras la grada rojiblanca desfilaba hacia el viejo fondo para abandonar el Mediterráneo ovacionó el comportamiento de los aficionados del Valencia, produciéndose un intercambiándose aplausos. Eso es lo bonito del fútbol. Sin piques, ni peleas, ni enfrentamientos. Aplausos de un lado a otro dejando a un lado la clasificación y el resultado. Desde su llegada a la ciudad antes de mediodía, el saber estar del público ché fue tremendo.



Por poner un ejemplo, en el Almería-Sevilla de la primera vuelta, y para evitar cualquier problema, el público de Fondo Sur tuvo que dejar el Estadio por la zona de Preferencia para evitar pasar junto al público visitante. Cuando la Seguridad del partido ve que hay tensión suele tomar decisiones así. Esto no ocurrió el domingo contra el Valencia.



Y es que ese buen ambiente entre aficiones también se trasladó al terreno de juego donde en ningún momento la tensión de la pelea por el descenso se notó entre los jugadores. No hubo entradas duras y cuando Sánchez Martínez pitó el final cada uno a su vestuario sin mayores contratiempos. Hasta el arbitraje fue muy bueno en el Mediterráneo. El momento más emotivo y especial de la tarde, al margen de la victoria del Almería, fue el respeto mutuo en las gradas.



Un diez para la afición del Valencia y otro diez para la del Almería.




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