La UD Almería visita este sábado un campo renovado. Un lavado de cara que Osasuna llevó a cabo para ofrecer mayor comodidad a sus aficionados y, de paso, ampliar el aforo de la instalación. Está siendo la tónica habitual de los últimos años en el fútbol, es decir, que los clubes acometan obras en sus recintos.
La reforma integral que sufrió El Sadar terminó en agosto de 2021, y es que la casa del conjunto rojillo se inauguró en 1967 y necesitaba un lavado de cara. Las obras tenían un presupuesto de 21 millones de euros, si bien sufrió un incremento de dos millones más a causa de todas las actuaciones ejecutadas por la constructora encargada, así como las instalaciones eléctricas y los nuevos asientos.
Remodelación
Osasuna, cumpliendo con lo establecido, informó a todos los socios compromisarios los cambios en el presupuesto con un informe de 259 páginas detallando el coste de la obra del Estadio, en lo que supuso un claro gesto de transparencia. Meter la pala a un Estadio lleva su tiempo y la propuesta se puso en marcha en el año 2018, y entre varias propuestas ganó la actual, con el incremento de dos fondos y la grada de preferencia para aumentar el confort y el aforo. Ahora la capacidad de El Sadar es de 23.576 espectadores y apunta a lleno frente al Almería para ovacionar al equipo de Arrasate por su final de Copa.
Animación
A nivel de aficionados, Osasuna cuenta con los 'rail seats' o 'safe standings', siendo el primer club de LaLiga Santander que instalaba este sistema que permite que los seguidores puedan estar de pie durante los noventa minutos para facilitarle la animación. Se sitúan en el fondo que hay a la derecha de la grada principal. Algo parecido ocurre en San Mamés. En verano de 1997 el coliseo navarro sufrió una reforma que reducía el aforo de 30.000 almas a 20.000. Sin embargo, con la llegada de la estructura metálica y la mencionada ampliación, de nuevo los hinchas de Osasuna pueden animar a su equipo de pie.
Facilitar
"El sistema se compone de una fila a modo de carril que, en cualquier momento, permite que el espectador pueda bajar el asiento y sentarse. Tiene un respaldo ancho y su estructura impide las avalanchas, además de no ocupar espacio y favorecer la comodidad. Estos asientos están colocados en Graderío Sur, donde Osasuna cuenta con 1.300 butacas de este estilo", informó el conjunto rojillo.
Ahora a esperar las obras de la Fase 2 del Mediterráneo, que como mínimo tendrán que esperar al verano de 2024 a tenor de las declaraciones de Mohamed El Assy a LA VOZ y Cadena SER esta semana. La afición del Almería quiere vivir el fútbol de cerca y no con las pistas de atletismo de por medio.
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