Almería 0-0 Valladolid: Todo para el último baile

El equipo perdona y luego le entra el miedo a perder

Carlos Miralles
21:49 • 28 may. 2023 / actualizado a las 00:57 • 29 may. 2023

¿Otra vez?, sí. A la jornada 38 con todo abierto. Es la UD Almería, su identidad, el sufrir hasta el último segundo para conseguir sus objetivos. Ya pasó en Leganés para el ascenso y ahora la caravana de la ilusión viaja a Cornellá-El Prat para cerrar la permanencia. Al equipo no se le puede poner un suspenso ni tampoco reprocharle nada.



Tan raro es el fútbol que dos plantillas que han encajado más de 60 goles en el campeonato han terminado a cero. Porque cuando tienes el abismo a pocos metros siempre se tiene más cuidado. Con la novedad de Dyego Sousa en ataque -y fue de los mejores mientras el físico le aguantó-, el Almería fue mejor con transiciones que desarmaban al Valladolid y que solo la falta de acierto o la lectura de Masip evitaron que acabaran en gol. Fernando, un espectador más, pero se llegaba al descanso con empate y la sensación de que el gol iba a llegar. 



Presión
La mejor entrada de la temporada, un ambiente espectacular desde primera hora de la tarde y un equipo valiente, vertical y bien plantado. Sin embargo, si esta historia tiene como protagonista al Almería ocurrirán giros de guion inesperados. No le gustan las líneas rectas ni los llanos, parece que va en su ADN complicarse la vida. 



Cuando Lázaro estrelló el balón en el poste de Masip y el público se echaba las manos a la cabeza, la mente se iba al Alcorconazo del año pasado. Los minutos iban pesando en las piernas y en la mente. Las ganas de cerrar la ya la permanencia se cruzaban con el miedo a equivocarse. Entonces el Valladolid vio un rayo de luz, una vía por la que podía hacer daño al Almería, pero también sin deshacerse. El temor a la derrota era enorme. Un empate que no sirvió para la salvación porque el Getafe le ganó a Osasuna 2-1, ya que el Valencia-Espanyol terminó 2-2 y certificó el descenso de los periquitos.



Si en 2022 se fue a Leganés con todo, a Cornellá-El Prat también. El Almería vive, transmite, juega, crea ocasiones, aunque el acierto a gol no se tiene siempre. Peor lo tienen que ver por Vigo o en el mismo Valladolid. Vale empatar y ganar al Espanyol para celebrar la salvación. Hay que confiar.



Lectura
La Liga no va de merecimientos, sino de hechos, y cuando el Almería lo hace todo para vencer, lleva los partidos a su terreno y encima llega a la última jornada con la llave en mano, toca ser optimistas. Solo queda en el ambiente la sensación de oportunidad perdida, de un nuevo bajó como el del Alcorcón hace un año, pero esto es un mundo diferente. Más que nunca la ciudad y la provincia tienen que gritar el “¡Jugadores, jugadores, hemos venido a ganar. Almería es de Primera, de Primera no se va”.



Solo por lo que se vivió en el Estadio la ciudad seguirá en la mejor categoría. Cuando un Sousa casi desaparecido da un paso adelante y hace 70 minutos muy buenos; si El Bilal Touré juega con otra rotura muscular por ayudar al equipo; si Samú Costa se parte el alma por los compañeros... Ahora es difícil encontrar alguna debilidad o cosas negativas para la última jornada. Sirven dos resultados y puede que hasta una derrota. Es un golpe, sí, pero duele menos y la recuperación es más rápida. 



Todo lo que se haya hecho atrás no cuenta. Una bala, un último baile para ser de Primera. Con corazón al campo del Espanyol. Almería se merece la permanencia y la va a conseguir.


FICHA TÉCNICA

UD ALMERÍA Fernando, Centelles (Akieme, 88’), Babic, Ely, Pozo, Samú Costa, Melero (Portillo, 75’), Robertone, Embarba (Ramazani, 67’), Lázaro Vinicius y Dyego Sousa (El Bilal Touré, 75’).


REAL VALLADOLID Masip, Lucas Olaza, Hongla, Javi Sánchez, Fresneda (Rosa, 72’), Roque Mesa (David Torres, 64’), Óscar Plano (Kike, 72’), Aguado (Kenedy, 64’), Gonzalo Plata, Darwin Machis (Monchu, 56’), y Larin.


ÁRBITRO Alberola Rojas. 


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