LA OPINIÓN DE LA SALVACIÓN: Se ha terminado una temporada de angustia como tantas anteriores donde el Almería ha tenido que esperar a la última jornada para saber su futuro. Hubo otras campañas como esta pero ninguna con un presagio establecido por parte de un entrenador que lo ha fiado todo a la existencia de tres equipos peores en Primera. Nunca quiso ser el Almería de Rubi un Girona ni llegar tranquilo a las últimas jornadas donde los resultados más raros se producen ante la impunidad de todos.
Esta temporada no es para enmarcar y se han salvado los muebles en la última jornada por obra y gracia de otros tres equipos que lo hicieron peor que el Almería. No le den más vueltas que no hay nada que celebrar por esta tierra. Alegría por la salvación y ya está. A trabajar para la Liga que viene.
Mucho bombo le dimos al último ascenso regalado por los rivales con el campeonato incluido y no reparamos en el peligro de un entrenador que lo ha fiado todo a un final de campaña donde se ha podido quemar por jugar con fuego.
Tres peores
Los aficionados del Almería ya están acostumbrados a sufrir porque va en el ADN de este club fundado por Guillermo Blanes donde los capotazos de la Patrona hicieron el milagro en tiempo y forma. Los seguidores se merecían mucho más de esta plantilla.
Si la Liga ha sido tranquila y la ha terminado el entrenador ha sido por obra y gracia de tres equipos peores que le han mantenido fuera del descenso en la mayoría de las jornadas. En cuando uno de ellos espabiló se le vieron las costuras al Almería. Del partido contra el Espanyol vamos a quedarnos con el marcador y la salvación, porque el desarrollo del partido... tela.
Nada que celebrar
Una permanencia en Primera es como un ascenso (dicen) pero con la plantilla y el gasto del Almería hacerlo en la última jornada de competición no es para tirar cohetes. Hay que estar felices por la provincia y por la afición.
Ese nudo en la garganta y ese sinvivir constante al que nos ha sometido esta plantilla no da para un paseo por la ciudad y mejor que cada uno lo celebre a sus anchas pero al técnico y a los futbolistas con un “Hasta luego Lucas”, por mi parte va bien.
Así no arde el puro
Si queremos echar raíces en Primera División y ser ese equipo que apunte a Europa hay que buscar jugadores de otro perfil. No podemos seguir viviendo de los goles de Darwin y Sadiq fiando todo a una estrella.
Hay que hacer una plantilla compensada y equilibrada con jugadores emergentes en la justa medida pero con pesos pesados en el bloque. Dotar al equipo de identidad pasa por tener futbolistas de la categoría y en la temporada que termina solo tres o cuatro. Así nos fue.
Nadie se acordará en una semana cómo fue.
Salvación y ya está.
Hasta luego Lucas.
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