LA OPINIÓN DEL DÍA: En una noticia de Carlos Miralles en el digital de LA VOZ de Almería aparecen todos los lesionados del equipo desde que comenzó la temporada y es para echarse las manos a la cabeza. Aquello de firmar y jugar responde a una mala gestión del entrenador y su cuerpo técnico porque lo normal es ver su estado físico, valorarlo y luego decidir si es o no conveniente que entre en la convocatoria primero y en el once después. Lo de firmar y jugar se paga muy caro y ahora está el Almería dando vueltas a la situación de tener 14 lesionados en cuatro meses. No es todo casualidad ni mala suerte porque unos por una mala pretemporada y otros por hacer solo trabajo de gimnasio estaban expuestos a ello.
Tenía que pasar y se arriesgaron por unos puntos que hacían falta. Hasta cuatro jugadores debutaron en un mismo partido sin casi conocer a sus compañeros ni tan siquiera el idioma de su nuevo destino. No se puede hacer peor y por ello que nadie se lleve las manos a la cabeza con la situación actual.
A todos nos ha sorprendido el gran momento de Arribas, que llegó rodado y a punto para ayudar a su nuevo club. Era la excepción que confirmaba una regla sin sentido.
Gestión
Le tocó a Vicente Moreno con un gran cuerpo técnico valorar el estreno de esos futbolistas que llegaron sobre la bocina del mercado. Unos bajaron del avión y debutaron mientras que otros con solo una semana ya se habían enfundado la rojiblanca.
Vale que le desmantelaron el equipo y las salidas y llegadas le dejaron en blanco pero para eso debe existir un plan A y otro B. Al final optó por meterlos en el campo dando imagen de falta de acoplamiento unos y dudoso estado físico de otros.
Riesgo
Suele pasar en el mercado de invierno que llegan los jugadores y hasta febrero o marzo no dan su verdadero nivel por la inactividad. En este caso Moreno conocía que César Montes no había realizado una buena pretemporada. Ibrahima Koné no cogió ni de lejos el ritmo de Primera y Dion Lopy estando bien no conocía ni el idioma, en palabras de su extrenador. Marc Pubill estaba como una moto y se rompió.
Ponerlos a competir en la Liga de las Estrellas de buenas a primeras era cometer un riesgo pero sin resultados había que asumirlo y las lesiones iban llegando porque no estaban e tope para competir.
Solución
Ahora le toca a Garitano cargar con la cruz de las lesiones, algunas de larga duración y recuperarlos para la causa. Hombres como Pubill, Suárez o Koné se van a perder la primera vuelta de la temporada.
Cargar con el mochuelo al nuevo entrenador y tratar de ponerlos en forma y tener una plantilla equilibrada en lo físico que no se rompa en el campo. No se hicieron bien las cosas y la sala médica sigue abierta de par en par.
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