En Montilivi vimos dos partidos. El primero tuvo una duración de algo más de media hora. En este periodo de tiempo el equipo se mostró con las ideas muy claras y dando la impresión de que tenían opciones de asaltar el feudo del segundo clasificado.
Fuerte presión sobre la salida del balón del Girona y salida rápida y en vertical hacia el área local fueron las consignas que los jugadores de Gaizka Garitano cumplieron a la perfección durante la primera media hora con dos goles de Leo Baptistao y llevando el 0-2 al electrónico. Un nuevo descalabro defensivo arruinó la ventaja.
-Fernando (3): El Almería necesitaba un portero de nivel y la dirección deportiva ha fracasado en el intento. Maximiano no convencía y Fernando, en su primera titularidad, tampoco.
-Pozo (6): El único de los cuatro defensas que actuaron de inicio que logró superar con éxito la prueba de Girona. Sávio no existió mientras que estuvo emparejado con él. Bien en su labor defensiva pero con pocas aportaciones al ataque.
-Kaiky (0): Completó en el feudo gerundense una de sus más deficientes actuaciones con la camisola del Almería. Participó negativamente en la mayoría de los goles del colíder.
-César Montes (0): Con Édgar lesionado y su equipo haciendo agua en defensa se fue con México a jugar dos amistosos. Regresó agotado y fue un auténtico colador. Un delantero de 37 años de edad le ganó la partida en el quinto gol en Montilivi.
-Centelles (0): Demostró plenamente las razones por las que apenas si había contado para Moreno. Lento, mal colocado, impreciso, precipitado. Una pena. Mal posicionado en el 1-2.
-Baba (4): En líneas generales cumplió en su trabajo de robar y parar las llegadas de los rivales a la zona de castigo de su equipo, pero estuvo lento e impreciso en la conducción del juego.
-Lopy (0): Descolocado en la media, sin sitio, lento en sus movimientos, hasta el punto de dar la sensación de estar cansado antes de la media hora de juego, y en la toma de decisiones. Melero (68’).
-Baptistao (10): Con enorme diferencia sobre todos los demás fue el mejor jugador. Se dejó la piel en el campo presionando a los centrales rivales y materializó dos goles como dos soles que colocaron en doble ventaja a los suyos. Inmenso mientras que tuvo fuerzas. Un ejemplo. Marciano (88’).
-Robertone (5): Apenas rebasada la primera media hora de juego quedó claro que no estaba en su mejor momento físico. Asistió al brasileño Leo Baptistao en el 0-1. Chumi (45’).
-Arribas (0): Desaparecido en combate. Situado en la banda derecha ni aportó al ataque de su equipo ni defendió las subidas de su lateral. Tras el descanso intentó tener protagonismo más centrado pero no lo logró. Largie Ramazani (68’).
-Embarba (8) : Se ha vuelto a poner de manifiesto que fue uno de los mejores negocios que hizo la dirección deportiva del Almería al intercambiarlo por Lazo. Otra vez ha dado una lección luchando como un jabato ante los defensores.
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