El plato y la cuchara

LA OPINIÓN DEL PARTIDO: Desde las primeras imágenes que nos ofrecen con la llegada al campo de los futbolistas, comienzan las malas sensaciones. Cada uno a su bola en esa Torre de Babel en la que se ha convertido el vestuario del Almería. Lo que pasa en el campo es el reflejo de lo que hay en el vestuario donde nadie gobierna pese a que lo intenta Garitano. Tras la eliminatoria de Copa del Rey contra el Barbastro, da la sensación de que el vasco no puede con los ‘leones’ y está esperando que le rescaten de la situación con un despido que no se ha producido antes porque en el club piensan que el mercado va a reparar la avería. El entrenador ha cumplido 9 partidos entre Liga y Copa, se le contrató para solucionar problemas y todo sigue igual o peor a tenor de las jornadas que quedan. Entre mejoría y brotes verdes aquí no se gana un partido. Y se juega cuando el rival te deja. Hay que competir el partido completo y no solo un tiempo.

Perder en Madrid contra el Atlético ya estaba en los planes porque siendo sensatos y tras la ‘entrega’ contra el Barbastro en Copa, las opciones eran mínimas. Y los más aplicados hoy siembran la duda de si lo hacen por su actual club o por el que esperan que les fiche.

Hoy tocaba la ‘Pasarela Metropolitano’ que nos dice a gritos que el Almería es carne de Segunda y que el club se ha equivocado. Para esto ya teníamos a Vicente Moreno o a Alberto Lasarte. El técnico tiene la cuchara y el plato en la mano. Se aferra a la segunda mitad.

Entrenador

En su séptimo partido de Liga lo tenía fácil para motivar a sus muchachos porque jugar en el gran escaparate ya está indicado por los representantes de los futbolistas para que sus chicos se vendan bien de cara al mercado. Ni eso. Un punto de 21 es su gestión.

El entrenador que vimos aterrizar con hambre y sin queja alguna por la situación del equipo y de sus lesionados en nada se parece al de hoy. Sin dar una a derechas y sin arreglar nada. Porque se le firmó para levantar al equipo y solucionar problemas. No hay puntos.

Plantilla

Los jugadores son esa Torre de Babel de la que nos hablaba la Biblia con hombres que no se entendían pese a su ambición por la falta de comunicación al hablar cada uno una lengua diferente.

Claro que en el club el dueño es de Arabia Saudí, el CEO de Egipto y el director deportivo de Portugal. En este fútbol tan globalizado siempre Almería a la cabeza para lo bueno y lo malo.

Club

Y mientras siguen llegando las derrotas y nos pintan la cara en la Copa del Rey, en el club nadie abre la boca. Nadie mueve ficha y lo fían todo al mercado de invierno. No saben que la avería no la arreglan firmando nuevos futbolistas. Ya da igual seguir con Garitano. No hay arreglo.

Hay que empezar por el banquillo y tener claro si Garitano es capaz de levantar esto porque los números gritan que “no”, Los errores individuales que se cargan su buen trabajo. Es como entregar el plato y la cuchara.

El entrenador no puede con esto.

Dice Carlos Sainz (padre) que: "Cuanto más trabajo más suerte tengo". Y el Almería no tiene suerte.