A un mes de la Segunda

Si la cola se anima y el Almería sigue perdiendo o sumando de uno, en poco más de un mes será nuevo equipo de la categoría de plata. Las once jornadas que le quedan por delante con independencia del calendario y de los rivales, son un camino corto hacia el abismo de la Segunda. Mucho tiene que ganar el equipo para prolongar su agonía en Primera.

La distancia de 15 puntos  con la salvación son 5 partidos, sin contar con el average particular con aquel que marque la salvación. No quedan opciones ni ilusiones para una afición desencantada con la marcha del equipo. Ni los cinco fichajes de invierno le han dado al equipo ese plus necesario para vencer, y toca asimilar el descenso matemático que está a la vuelta de la esquina. Cuanto antes mejor para dejar de ilusionarse con lo imposible.

Matemáticas

Antes de jugar contra el Sevilla el Almería tiene una distancia de quince puntos con la permanencia, y quedan once jornadas para el final. Si no gana al Sevilla y suman de tres los que están fuera del descenso, se dará un nuevo paso para confirmar el descenso a Segunda División. El partido de Vigo era la llave de la ilusión y se caía justo con el equipo que marcaba la permanencia. Fue una derrota de seis puntos la de Balaídos para Garitano.

Los aficionados hace tiempo que dejaron la calculadora y los jugadores ya hablan de orgullo sabiendo que las cuentas no salen y será cuestión de un mes o cinco semanas la confirmación del descenso. Ni el pobre ritmo de la cola anima a los mas optimistas que entienden que ser últimos durante 27 jornadas, es algo que justifica el pésimo nivel del equipo para competir entre los grandes de España.

Jugando por ese orgullo que pregona la plantilla, antes de afrontar el último mes de LaLiga, el Almería ya estará sin opciones matemáticas. El nivel no da para más y toda la provincia tiene asimilado el paso atrás que ha dado el club de Turki.

Asimilado

La provincia de Almería tiene claro que el sueño ha terminado y tras cumplir ocho temporadas en Primera toca regresar a la división de plata para armar un equipo que nos devuelva a la élite del balompié. Ser de Primera es un lujo que cuesta a los clubes y por suerte como Unión Deportiva la provincia ha podido disfrutar de la categoría a lo largo de ocho temporadas con la actual.

Si antes la Agrupación Deportiva llegó a estar dos cursos en la élite, se elevan a diez las temporadas de oro para el fútbol almeriense que con sus luces y sombras ha sabido disfrutar de los grandes y consolidar a una gran afición.