Un abono para esto

LA OPINIÓN DEL DÍA: Leyendo la información de Carlos Miralles el pasado domingo sobre el descenso matemático a Segunda División me acordaba de los abonados y de esos niños que van al campo. Todo descenso es amargo pero este de forma especial ya que se trata del ‘batazaco’ de la historia para el club que preside Turki. Con el mayor gasto de la historia el equipo bajará posiblemente en la tarde del domingo 21 precisamente en casa y en ese campo donde le vendieron disfrutar por orden del presidente. No era lo que todos los abonados se esperaban y la cosa no tiene arreglo pero es que ver caer en el pozo al Almería duele mucho en la peor Liga que se recuerda. Hay que ser muy malos para bajar en una campaña donde el descenso está muy barato. Ante el Villarreal despedida de la categoría.

Los que sacaron el abono para disfrutar de una temporada “fantástica” se la pegaron y pese al buen talante en las gradas ya contra Osasuna empezaron las coplillas de unos aficionados hartos de ver al equipo no dar la talla en Primera. La tarde promete porque si gana el Villarreal en Almería como suele suceder, la lista de canciones irá en aumento y nadie se irá de rositas sin llevarse el recado de la afición. El Almería se va al pozo de cabeza con una afición elogiada y respetada por todos. Lo de este equipo en otro lugar hubiese levantado ampollas y se hubiera desencadenado un importante divorcio con la grada.

El peor

No quedan calificativos para la temporada del Almería todo apunta a que caerá al pozo la tarde del domino 21 de abril. Otra fecha para el recuerdo de lo que pudo haber sido y al final fue lo peor. No ha salido nada por muchos mercados que tenga la competición. Se ha perdido el rumbo desde la primera jornada y no hubo forma de enderezar a un equipo que ya tirará la calculadora y el rosario porque no tiene arreglo y será carne matemática de Segunda. Este va a ser el peor de los descensos que se recuerden en Almería. Nada que ver con los anteriores en la etapa de Alfonso García como presidente. El peor de todos con mucha diferencia y sin nada a lo que agarrarse. El descenso matemático en casa es el remate a una campaña de despropósitos de la que solo se salvan los abonados y afición en general.

Los mejores

Los abonados pagaron para ver otra cosa esta temporada. Los precios sin ser muy elevados no son baratos y a la mayoría les cuesta desprenderse del importe del abono. Todos sacan la tarjeta de asistencia para divertirse pero nadie se podía imaginar que su equipo no iba a ganar ni una sola vez en casa y le quedan cuatro partidos para conseguirlo. Tres de ellos van a ser como un equipo sentenciado para la Segunda División. Aquellos que sacaron el abono son los mejores de todos los tiempos. Ellos han estado muy por encima de su equipo y le han perdonado todo a los profesionales pero todo tiene un límite. Ese límite que ya se superó y se puede convertir en una tarde amarga en el Mediterráneo con los mejores dando la cara a la espera de que los futbolistas estén al nivel de la grada.

El campo se quedaba pequeño el pasado verano.

Un abono para esto.