El Almería que viene tras el descenso a Segunda

El fútbol ha puesto a la UD Almería en el lugar que le corresponde: Segunda División. No ha estado a la altura de las exigencias de la élite porque ha ganado solo un partido, ha perdido 21 veces y ha encajado 67 goles, datos terribles que como el propio Pepe Mel decía, "te llevan al descenso". Un fracaso deportivo que asumen desde las altas esferas del club, desde el Estadio hasta Arabia Saudí, porque Turki Al-Sheikh es el primero que firmaba el comunicado oficial tras bajar matemáticamente.

Hay tiempo suficiente hasta julio para que Mohamed El Assy y Joao Gonçalves diseñen un nuevo proyecto, un Almería que debe poner los primeros millones en los cimientos y no en el tejado de su casa. La defensa es el punto débil, la vía de agua que fue hundiendo el barco mes a mes, jornada a jornada. Unos jugadores que a buen seguro pusieron toda su entrega al servicio del escudo y del técnico de turno, pero no alcanzaron los mínimos para Primera División.

Recapacitar

Por tanto, para que se cumplan las palabras de la entidad rojiblanca cuando dice aquello de "hemos aprendido. Está claro que hemos fallado, y lo asumimos, reconocemos que la temporada ha sido de lo más negativa, nefasta", la construcción del equipo de Segunda tiene que empezar por la defensa. Firmar pensando en el presente, gente que conozca de qué va el exigente fútbol de plata. El ejemplo está en esta misma temporada: ha faltado contundencia en todas y cada una de las líneas.

Análisis

Hay cuatro centrales y todos con contrato: Montes, Chumi, Radovanovic y Kaiky cuando vuelva del Albacete. Evidentemente no todos van a seguir. Cuando se haga la defensa, a por la creación (centrocampistas), y luego la finalización (delanteros). La inversión de 52 millones ha terminado en batacazo mayúsculo con o sin mala suerte en momentos de la campaña. Para Segunda el presupuesto se reducirá y eso hará que Gonçalves se lo piense dos veces a la hora de presentar contratos. 

Convicción

Hay un poco de luz en este infierno, y es que el Almería va a diseñar un proyecto ambicioso a la altura del equipo de 2022 con Rubi. En la planta noble siguen pensando que no había una plantilla de tan bajo nivel como para llevar 14 puntos y estar descendidos en la jornada 33, pero no se van a quedar de brazos cruzados y entre ventas, rescisiones y cesiones, el Almería va a empezar a escribir una nueva historia que quiere terminar en Primera.

Hablar con el jugador

Otra misión del club es palpar qué sentimiento tiene cada futbolista, es decir, quien levante la mano y quiera formar parte del Almería del futuro o quien va con dudas y prefiere bajarse del barco. Después de esta hecatombe mejor que se queden en la nave aquellos que quieran y no se les obligue. Luego están las necesidades económicas pero se antoja casi imposible que Maximiano, Pubill, Lopy, Robertone y Arribas, entre otros, sigan su ciclo rojiblanco.

Afición

Por último el fichaje que nunca falla. La afición quiere noticias de futuro desde ya. Una campaña de abonos que debería premiar a los fieles que van camino de vivir una Liga sin victorias en casa; volver a las supletorias de los fondos sería el 'regalo' que hará del Estadio algo semejante a un campo de fútbol y no a un frío recinto donde hay espectadores a 50 metros del campo.

En definitiva, el Almería que viene tiene varios puntos claros: inversión en la defensa como punto de partida; fichajes de gente comprometida y menos experimentos; se quedan los que estén convencidos; y conectar de nuevo con los abonados de fondo que han vuelto al pasado sin las supletorias. No han visto ni victorias. La temporada 2023-2024 quedará atrás pero nadie podrá borrar este bochorno.

El Almería que viene volverá a ilusionar.