Media Segunda busca entrenador

Los tres descendidos de Primera tienen el banquillo libre

Alfonso García hizo a Francisco entrenador de Primera División.
Alfonso García hizo a Francisco entrenador de Primera División. UD Almería
Tony Fernández
20:07 • 30 may. 2024

Los banquillos se mueven antes de que finalice la temporada en la categoría de plata. Los tres descendidos de Primera División que están buscando el relevo para Mel, Sandoval y Pellegrino. Entrenar a uno de estos equipos es todo un privilegio al que aspiran técnicos de diferente perfil, pero siempre con la obligación de alcanzar los 50 puntos como primera meta y luego soñar. 



A los citados clubes hay que unir que media Segunda está a la espera del desenlace de la campaña para tomar una decisión y salvo Eibar, Racing de Santander, Burgos y Albacete, el resto están dispuestos a  lanzarse a por el entrenador que más se aproxime a sus pretensiones deportivas y económicas. La Segunda tiene mucho gancho para técnicos que suben y bajan desde la élite para afrontar el reto de un ascenso que a veces les reporta más que una permanencia en la máxima categoría. Banquillos como los de Real Oviedo, Real Zaragoza o Sporting de Gijón son considerados de primer nivel y tienen una exigencia máxima para los que se deciden a aceptar el reto de entrenar en estas entidades. Estamos hablando de mucha historia en la élite, y cualquier entrenador en paro daría un paso al frente para dirigirlos, sabiendo de su potencial deportivo y respuesta en la grada. Empieza la época de reflexión en los despachos.



Descendidos
La lista de entrenadores es extensa y los nombres se repiten en algunos clubes. El caso de Julián Calero, que pasaría de Cartagena a Valencia para dirigir al Levante es un caso común de cambio de equipo pero no de categoría. Otros como el Granada ha optado por el relevo a Sandoval pese a las ganas del entrenador por continuar; o Pellegrino que sale del Cádiz al no conseguir el objetivo marcado de la permanencia. El banquillo del Almería es otro ‘caramelo’ para los entrenadores en paro ya que se trata de un club que paga bien y tiene buenos futbolistas en su plantilla. Pero el que elige es Turki y apuesta por Rubi.



Los tres clubes descendidos parten con la ventaja de tener en cartera a preparadores de mucho ‘caché’ y gozan de un mayor poder económico para firmarlos. Un error se paga muy caro a la hora de fallar en la elección del entrenador.



Aspirantes
Los clubes que se juegan una plaza de ascenso suelen ir a por técnicos de los llamados ascensores que lo mismo entrenan en Primera que en Segunda. Ellos saben lo que vale un ascenso y no dudan en bajar una categoría para amarrar dos o tres años de contrato, y una vez logrado el ascenso continuar en Primera como hizo Rubi. Los clubes que optan al ascenso exigen mucho a sus técnicos y no suelen poner encima de la mesa un contrato de larga duración, por lo que viene siendo habitual una temporada con opción de otra si se logra el ascenso pretendido. Diferente es el Almería, que quiere atar a Rubi más allá del 30 de junio de 2025.



Instalados
Los más expertos en Segunda son los que apuestan por un entrenador para tiempo, o le van renovando en la medida que alcanzan los objetivos. Hay casos de máxima exigencia cuando algunas entidades tocan puestos de descenso, como sucedió con Rubén Albés en Albacete, poniendo fin a su etapa teniendo un año más de contrato que le quedaba por cumplir. 



El gallego no solo tiene llamadas de Segunda sino que desde la Primera lo buscan. Cada categoría tiene sus entrenadores y en España como dice Pepe Mel: “Hay grandísimos entrenadores y muchos salimos a trabajar fuera”. Antes cada categoría tenía a sus entrenadores pero ahora los clubes pagan bien al líder del vestuario y muchos especialistas de Primera no dudan en bajar un escalón para volver a subir y amarrar un buen contrato. Viene un verano duro.




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