“Y dicen que en Almería no hay afición...”

Un futbolista de carácter. Bruno Iribarne Alemán (19 años), está viviendo junto al resto de compañeros en la UD Almería B el gran momento de sus vidas. A solo un partido de ascender a Segunda RFEF cuando muchos de ellos acaban de estrenarse en categoría sénior habla maravillas del modelo de club y también del trabajo que han realizado con el cuerpo técnico. El guardameta subió a sala de prensa tras el 1-1 contra el Toledo para lanzar mensajes positivos y aplaudir la respuesta de la afición en un partido de la quinta competición nacional. A la hora de apoyar, la provincia no falla.

El portero avisa de que el Almería B se hace más peligroso en situaciones así. Ya lo demostró con el Atlético Malagueño y en La Victoria ante más de 10.000 espectadores. Encajar tan pronto el gol de Manu Gavilán afectó moralmente al grupo pero tras el descanso ya se vieron algunas pinceladas de lo que puede llegar a ser este equipo cuando alcanza su pico de rendimiento: "Nos llevamos un mazazo al primer minuto. El Toledo juntó las líneas, había pocos espacios y no tuvimos precisión hasta el descanso. Luego el cansancio se notó en el rival y creo que el empate nos puede venir hasta mejor porque allí hay que sacar colmillo".

La última semana

Si la mente funciona, las piernas también. El filial ha llegado a la última ronda del Play Off por méritos propios y es gracias a lo que viene detrás desde que comenzaron a entrenar hace casi un año. A Iribarne no se le pasa por la cabeza que este equipo no haga historia el domingo en el Salto del Caballo: "Todo futbolista quiere jugar partidos importantes y nos toca la última semana. Ya no hay tácticas, ni cansancios, cada uno tiene que sacar lo que lleve dentro para conseguir la victoria y estoy convencido de que lo vamos a lograr".

Presión

Vivir al límite. Es lo que ha aprendido este talentoso grupo que dirige Alberto Lasarte. Aunque el ambiente será a favor del Toledo y la plantilla rival tenga más experiencia, el filial sabe competir en finales de este tipo: "Llevamos mucho tiempo en el alambre y sabemos jugar así. Dar las gracias a la gente por el ambiente que han generado y ningún miedo para la vuelta. Van a saltar once guerreros en Toledo para ir a por todas independientemente del rival. Somos futbolistas y queremos ganar".

El mensaje

La reflexión de Bruno Iribarne que más cala en la afición. Con el sufrimiento que ha arrastrado la masa social rojiblanca con un descenso y solo un triunfo en casa en toda la Liga -y que no servía para nada-, meter 6.000 personas en un encuentro de Segunda RFEF no pasa en todos los lugares. De hecho, el Murcia Imperial, de la misma categoría, jugó en la Nueva Condomina con poco más de 2.000 espectadores. Orgullo de club y de almeriensismo del portero: "Ha sido increíble. Llenar la preferencia en el partido de un filial. Dicen que en Almería no hay afición, pues invito a quien lo diga a que vea los partidos con Malagueño, Real Jaén y Toledo. Almería está siendo cada vez más grande por el club, los futbolistas y la afición. El Toledo querrá subir, pero como nosotros".