Hay que hacerse el cuerpo este verano a un mercado nada parecido al pasado cuando el Almería con el talonario en la mano compraba a su antojo y los jugadores hacían cola para venir a un equipo de Primera División. La dirección deportiva tenía cola de representantes y los contrato de larga duración se firmaba como rosquillas. Lo que quería el club de Turki Al-Sheikh se contrataba y punto. No se le resistía ninguno y se hizo la plantilla más cara de todos los tiempos y se afrontó el gasto de la historia para luego bajar a Segunda y cargar con el mochuelo del descenso club y afición porque entrenadores y futbolistas son aves de paso y salen volando. Si hace dos días el Espanyol confirmaba el fichaje de Tejero que estaba libre tras competir con el Eibar, toca hacerse el cuerpo a lo que viene porque Stoichkov ya está en la agenda del Deportivo Alavés que juega con la ventaja de ser de LaLiga y se lo llevará pese a que el Almería ponga toda la 'pasta encima de la mesa.
Es el tributo que hay que pagar por ser de Segunda. Una categoría muy bonita pero poco atractiva si te llaman de Primera. El guantazo de Tejero solo ha sido el primero de una lista solo acaba de comenzar. Volverá a pasar porque con Stoichkov no se cierra la lista y los futbolistas pretendidos no tendrán prisa por firmar en Almería a la espera de una oferta mejor de Primera porque la categoría de plata es atractiva pero su repercusión está lejos de LaLiga donde firmar un contrato de larga duración te abre las puertas del fútbol internacional.
Los que vuelan
El Almería se lo tiene que mirar para que no le vuelva a pasar lo de descender por la pérdida económica y de potencial deportivo ya que su plantilla pierde valor y a la hora de buscar jugadores se tienen que poner a la cola porque los agentes aguantan antes de firmar en Segunda a la espera de un club de máximo nivel. Todos los futbolistas son de Primera y se venden bien pero en el caso del Almería pagando como pocos se ha topado con la cruda realidad de que no todo va de dinero en el fútbol profesional y toca negociar fuerte y esperar a que no se meta en la operación un equipo de Primera porque se llevará al preciado jugador. Ya ha sucedido con dos jugadores que estaban en la lista y al club le quedará decir aquello de que nunca hubo negociación, suele pasar, pero hay que hacerse el cuerpo a que lo de Tejero y Stoichkov solo es el comienzo de un mercado que se va a convertir en un campo de minas por toda la ventaja que llevan en las negociaciones los equipos de Primera División.
Los que van a volar
Otro de los problemas a la vista en el Almería está dentro del vestuario porque muchos de los futbolistas que ahora trabajan con Rubi están expuestos al mercado y estamos hablando de la plantilla más cara de todos los tiempos y de jugadores que tienen buenos pretendientes. Lo de la cláusula en el fútbol suele ser relativo y pocos lo llevan a rajatabla. Cuando el futbolista tiene una oferta buena pone la maquinaria en marcha y termina jugando donde le pretenden y le pagan mejor. Si a esto unimos que la mayoría de componentes del plantel rojiblanco son de Primera, se avecinan tiempos complicados y los guantazos no solo van a venir de fuera sino que en casa habrá muchas sorpresas cuando se anuncien salidas que están en la mente de todos. Ahora todo pinta bien y solo se han llevado a dos jugadores pretendidos.
Lo malo va a llegar cuando los 'torpedos' lleguen al vestuario de Rubi.
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