Por primera vez en mucho tiempo no se ha hablado de ascenso, de favorito, de calidad, del nivel de la plantilla. El fútbol y la afición han dejado las cosas claras al Almería, que viene de tocar fondo contra el Castellón y todo lo que no sea ganar al Eibar (domingo, 21:00 horas), aumentará más la brecha entre futbolistas y grada. Porque el Mediterráneo no aguantó más y expresó su sentir silbando en el duro varapalo del lunes. Por mucho que se intente desconectar del pasado, donde hubo fuego siempre quedan cenizas y los fantasmas de Primera han aparecido demasiado pronto, ya que se va a celebrar la sexta jornada de Liga en la categoría de plata. Y precisamente no viene un rival que ofrezca facilidades.
Ambiente
La afición necesita respuestas, sobre todo por parte de los jugadores. Mientras el grupo dé la cara y no se desmorone ante la adversidad, el ambiente será llevadero y de optimismo, pero es tan fina la línea entre el apoyo y la crispación que una mala imagen desatará la tormenta en el Mediterráneo. Para evitar que se produzca Rubi ha dado un toque de atención. Reconoció que algunos futbolistas “no tenían previsto quedarse” en el Almería y mientras estaba el mercado abierto no descartaban salir. Ya con el plazo clausurado hasta enero, es misión del técnico enchufar a todos por el bien del club y de los incondicionales. Si para algunos la Segunda se queda corta, que hubieran mostrado su verdadero nivel en Primera y esto no habría pasado. Más hablar en el campo y menos fuera de él.
En cuanto a la alineación, Rubi podría cambiar no solo de piezas, sino también de sistema, pensando en un Almería mucho más férreo atrás. Ya no le tiran tanto a Maximiano como en las primeras jornadas, aunque las pocas oportunidades que conceden son excesivamente claras y el rival marca. Salvo el portero y Luis Suárez, nadie tiene el sitio asegurado en el once titular.
El gol
Que el balón entre es la clave de todo. Los rojiblancos generan tanto como perdonan y el lastre ha pasado a ser mental, presionándose en exceso y equivocándose a la hora de decidir en el área. El Eibar, con 11 puntos, en zona de Play Off e invicto, no suele dejar muchas vías abiertas y va a costar más lo habitual crear peligro. Quizá lo que menos le conviene al Almería es un nuevo ida y vuelta como frente al Castellón. Los armeros, dirigidos por Joseba Etxeberria, también han intentado romper con el pasado porque llevan tres años cayendo en el Play Off de ascenso. La reestructuración ha contado con los fichajes de Antonio Puertas y Jorge Pascual, dos almerienses que pisarán un Mediterráneo donde habrá muchos familiares y amigos.
Vida nueva
Nunca una victoria se hizo tan necesaria. Primero para reconciliarse con la afición, terminar con la mini crisis y escalar en la clasificación antes de que se abran grandes diferencias. Han sido días de reflexión y análisis porque el Almería no está tomando el camino incorrecto. Examen vital para Rubi y los futbolistas. Como información de servicio para el aficionado, el recinto ferial no podrá utilizarse como aparcamiento durante el Almería-Eibar con motivo de “labores de mantenimiento que se van a realizar en el mismo”, según informa el Ayuntamiento. El club “lamenta los inconvenientes que se puedan generar por esta situación ajena a la entidad”. Del mismo modo, se “recomienda” a los aficionados acudir con antelación al UD Almería Stadium.
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