Que la plantilla hable en el campo

El Almería se pone en manos del vestuario para levantar la situación

Imagen del entrenamiento de este jueves, ya con la vuelta de Gonzalo Melero.
Imagen del entrenamiento de este jueves, ya con la vuelta de Gonzalo Melero. UD Almería
Tony Fernández
13:03 • 03 oct. 2024

Esta película nadie la ha visto en Almería. Por vez primera desde que Turki Al-Sheikh es presidente y propietario del club hay problemas importantes. El de este sábado va a ser el primer partido en descenso, con el equipo fuera de LaLiga y las peores sensaciones en el campo. Rubi ha tocado el corazón de sus profesionales en el sentido de verlos “ultradivididos” y la afición no puede esperar más con una sola victoria desde mayo de 2023.



Mohamed El Assy tomó la palabra para apoyar al entrenador y a los futbolistas. Rubi da la cara por unos jugadores a los que pidió de forma expresa para volver a Primera, la afición no falla y se mantiene en su sitio apoyando al equipo. Es la hora de la plantilla, que debe hablar en el campo y cambiar una dinámica de resultados tan negativa que parece que se hace eterna.



Divididos
Rubi dirige a profesionales y no puede hacer más por ellos. Los entrena y los guía pero las relaciones humanas salen de los futbolistas y el buen rollo brilla por su ausencia. Los resultados han salpicado al vestuario, que es el único responsable de la situación y si no está unidos en lo personal, que al menos en lo futbolístico transmita otra cosa a la grada por el bien del club y de ellos, que a la larga son los que pierden valor y opciones de salir.



Los buenos marcadores ayudan en la convivencia y refuerzan al grupo. Todo empieza por una victoria en casa que se les resiste y limar asperezas en la intimidad, porque todo está a favor de ellos dentro del club donde se les valora, se les pagan fichas elevadas y contratos de larga duración.



Frustrados
La pasada temporada no ha terminado a nivel de resultados con los mismos futbolistas a los que se les nota frustrados a las primeras de cambio y no se levantan con los golpes del rival. No hacen caso a su entrenador porque la mente no está clara y con la dinámica de resultados se han metido en un lío del que solo pueden salir ellos unidos y fuertes desde el vestuario. Hay motivos para confiar en la plantilla pero los futbolistas parecen empeñados en lo contrario y la afición no aguanta más ver en el campo un Almería sin alma dentro y fuera de casa.



Los más caros
Los jugadores del Almería llevan el cartel de favoritos por LaLiga y son los mejor pagados de la categoría. El daño moral del descenso no ha repercutido en los contratos que se mantienen y se han quedado porque Rubi los ha pedido a todos para la causa. Ellos saben que hay pocos clubes como el Almería que firmen por tanto tiempo a los futbolistas y les toca dar un paso al frente, demostrar en el campo que son los mejores.



Insostenible
La afición se harta de lo mismo y no le pasa ni una más al equipo. Lo poco que le ofrecen en el campo recibe la recompensa del aplauso y se espera ver la segunda parte ante el Eibar donde se dieron la mano futbolistas y aficionados para ir a por la victoria. Hay que ganar para salir del pozo y esperar un cambio de actitud de la plantilla o esto se complicará mucho más.




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