La remontada exprés del Real Zaragoza en Tenerife y las decisiones arbitrales pusieron de mal humor al entrenador madrileño del equipo chicharrero que clamaba al cielo con la boca cerrada, lejos de lanzar una tanda de adjetivos que le hubiesen llevado a una sanción y ver el próximo partido dentro de una cabina. No es la primera vez que Pepe Mel habla de la libertad de expresión y de las sanciones a los técnicos cuando se refieren a los colegiados. Mel, deja que opinen los aficionados y se apunta a dirigir al Tenerife en el Nuevo Los Cármenes desde el banquillo.
Ya vivió malos arbitrajes con el Almería en Primera División y optaba por morderse la lengua antes de lanzar comentarios que le iban a traer consecuencias. En la sala de presa del Heliodoro Rodríguez López señalaba que: “Aquí no hay libertad de expresión; el árbitro, un crack”. Con esas palabras cerraba el 'pico' pero dejando claro que no estaba contento con las decisiones del colegiado del encuentro Lax Franco. La veteranía de Pepe Mel le permite contar hasta diez antes de caer en el Comité de Competición con una sanción como 'premio'.
El entrenador del Tenerife llegaba caliente a la sala de prensa y avisó: “No me pregunten por el árbitro porque no voy a contestar”, para evitar así mayores polémicas. Posiblemente las varias amarillas que vieron sus jugadores a lo largo del partido y el haberse quedado con diez en el minuto 24 son parte de su argumentación. Tenía motivos para no estar contento con Lax Franco en un partido que acabó con derrota y momentos donde la crispación fue alta por las decisiones.
Temperamental
El técnico del Tenerife sabe cómo se las gasta el Comité de Competición con las 'rajadas' hacia los colegiados y está ahora centrado en rescatar al Tenerife del descenso y se le necesita en el banquillo. Perder con el Real Zaragoza se podía dar pero la forma no era la esperada para un entrenador experto en situaciones límite. “Que la gente le diga lo que quiera al árbitro, pero a mí me van a sancionar y luego estaré viendo el partido en Granada desde la grada. En este país, de libertad de expresión no estamos muy bien, reiteró ante la pregunta de la prensa”. A vueltas con la libertad de expresión un entrenador que escribe libros no entiende cómo hay que callar y no poder valorar una situación de partidos si del colegiado se trata.
Remontada
Pepe Mel prefiere no hablar de los árbitros y centrarse en sacar del pozo al Tenerife que para eso fue llamado. Tras ganar al Cartagena por (2-0) era fundamental volver a hacerlo ante el Real Zaragoza paro la derrota vuelve a la casilla de salida a un equipo que no recibe todo el premio a su labor en los partidos y le viene pasando desde la anterior etapa con Óscar Cano en el banquillo. Mel es un entrenador de fondo y sabe reconducir las situaciones pero partidos como el vivido ante el Real Zaragoza le ponen de los nervios y tiene que buscar en su manuela de resistencia las palabras oportunas para no verse sancionado y perjudicar con ello al club que le paga.
Pepe Mel se muerde la lengua sobre el árbitro y anuncia que: "Trabajando de esta forma lo conseguiremos".
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