El míster del Almería después de 12 jornadas de competición sigue sin fiarse de su equipo y no le falta razón ya que lo que tiene que arreglar no está en sus manos porque ni se prepara ni se mejora en una sesión de entrenamiento. Ni con siete entrenadores en un mismo cuerpo técnico se avanza y la figura del mejorador lo intenta sin éxito. Le podemos llamar de muchas formas pero tiene su origen en los ‘reaños’ de toda la vida como se dice en Andalucía. Luego pasó a denominarse coraje, ganas. Actitud, y los más jóvenes dicen que se llama intensidad. Has de igualarla con el rival para que sea parte del éxito. No se puede entrenar la actitud de los futbolistas porque son 11 y cada uno va al partido en un estado diferente al otro. La mente juega mucho en el campo, tanto o más que el músculo y no es fácil motivar a unos futbolistas que lo tienen todo. Si salen andando, mal asunto.
Ni sistema de juego ni patrón ni la mejor plantilla. En el campo quedas al descubierto del partido y de la afición para lo bueno y para lo malo, y cuando 11 futbolistas van a una suelen ganar el encuentro y en el caso del Almería con mayor facilidad ya que su calidad desborda. Rubi lo sabe y por buena que sea la semana de entrenamiento cuando llega la hora de la verdad no tiene claro si sus muchachos van a estar unidos y solidarios para la causa. No basta con tener futbolistas de calidad si no le echan en el campo...
Paco Flores
Todo lo anteriormente expuesto lo ha vivido el Almería desde los tiempos de Paco Flores cuando jugaban los que mejor tenían la cabeza y pegaba unos ‘banquillazos’ de época. Decía el entrenador catalán que ponerlos a todos de acuerdo forma parte de la tarea del míster pero “yo no puedo entrenar eso como tampoco se entrena la velocidad de Albert Crusat”. Sabias palabras de Flores que viendo al Almería de Zaragoza y al de la primera parte ante el Albacete se entiende el por qué Rubi no las tiene todas consigo y por mucho que insista hay futbolistas en el Almería como Lopy que te da dos caras en un mismo partido y otros que bajan sus prestaciones en unos días sin que la afición lo entienda. El partido de Huesta no se entiende pese al empate. Paco Flores siempre pedía a sus hombres “eso que no se entrena” y el que no lo ponía en el campo por bueno que fuera se quedaba en la grada.
Rubi
El entrenador del Almería habla de ser “solidarios”, que viene a ser lo mismo que ponerle actitud en los partidos y pese a que su equipo ha encadenado dos buenos triunfos y un empate no se fía porque vienen de una temporada de pena donde cada futbolista ha estado tocando su instrumento sin un director de orquesta, y cuesta devolverlos a la mejor versión. Algo deberá hacer el técnico catalán al que se le ve en algunos compromisos superado por la situación y sin teclas en su piano para dirigir la orquesta con éxito. Lo que no se entrena se pone y sale de los futbolistas (11) y poner de acuerdo a tantos no es tarea fácil y toca esperar que esto cambie en beneficio de un Almería con la mejor plantilla de Segunda División, pero que te hace un ‘Guadiana’ a las primeras de cambio y tira a la basura un partido sin una explicación lógica.
La actitud no viene en los libros de fútbol. Los ‘reaños’ vienen de fábrica.
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