La calidad de un equipo ganador marca diferencias. El Almería tuvo que afrontar dos partidos en noventa minutos y supo agarrarse para sumar tres puntos que le sitúan en rampa de lanzamiento para acercarse al ascenso directo. En Cartagena no se podía fallar por la afición y por lo deportivo. La primera media hora rojiblanca fue un espectáculo, moviendo el balón de lado a lado con Arribas desesperando al rival. El gol iba a caer, solo había que certificar el momento. Y fue en el 24'. El centro de Centelles desde la izquierda lo prolonga Suárez y Arribas empuja la red a placer. Sin volverse locos ni apretar a fondo, 0-1 y control absoluto del duelo.
Apagón
Actualmente el Almería solo tiene un enemigo, y se llama Almería. De una forma incomprensible dio vida al Cartagena cuando estaba a punto de levantar la bandera de la rendición. La falta de contundencia para defender a Cedric y Gastón acabó en el tanto albinegro. Como si alguien hubiera apagado la luz, el equipo desapareció del mapa, perdió su mejor aliado, el balón, y gracias al VAR no se fue en desventaja porque Jairo inicia la jugada del 2-1 en fuera de juego.
El descanso venía de lujo. Rubi ajustó las piezas y Baba se puso a dirigir la orquesta. La segunda mitad del centrocampista ghanés es para ponérsela a los niños que se quieren dedicar a este deporte. Buena colocación, precisión, minimizando riesgos y recuperando balones. No aparece en la foto de los goles, pero fue el hombre del encuentro. Es el que aporta seguridad a atacantes y defensores y como en Zaragoza y Elche, en Cartagena sabían que un agazapado Luis Suárez la podía liar en cualquier momento. Darle un metro al mejor ‘9’ de la categoría significa firmar tu sentencia. Pubill inicia la jugada para que Arribas, a un toque, habilite al Pichichi, que se zafa de Sipcic y fusila a campos. El Almería ganando al estilo Almería, es decir, con otros dos goles que pudieron ser muchos más y uno de ellos con la firma de Luis Suárez.
Control
Al Cartagena solo le quedaba arriesgar y meter balones largos para Ortuño, Escriche y Gastón. Precisamente ese Almería débil en los últimos compases del primer tiempo volvió a transformarse y no permitió ni un remate a Fernando. A esta plantilla le tienen que poner al límite para tapar sus carencias. Esos nervios y tensión del 1-2 se llevan de escándalo cuando el Almería transmite sensación de ganador. Y no fue más abultado porque Nico Melamed no vio -o no quiso- ver a Lopy y Milovanovic solos frente a Campos y chutó fuera.
Grande
El favorito se gana el derecho a serlo en el campo, no solo en salas de prensa. Quizá no esté atravesando su mejor momento de efectividad, y todavía así hace dos dianas en Cartagena. Poco a poco está llegando al lugar donde se merece por calidad individual y marcadores, que de eso va el fútbol. Volver a casa con la camiseta sudada como los futbolistas y con tres puntos es el sentimiento más bonito que hay. Sin rastro de los pesimismos de Primera porque ya se ha pasado página. Almería vuelve a ilusionarse con motivos. El martes el Mediterráneo empezará a quedarse pequeño. La plantilla, con virtudes y defectos, ya mete miedo.
FICHA TÉCNICA
CARTAGENA Pablo Campos, Jairo, Sipcic, Alcalá, Jorge Moreno, Sergio Guerrero (Luis Muñoz, 68’), Musto (Andy, 68’), Hugo González (Pocho Román, 76’), Cedric (Ortuño, 80’), Dani Escriche y Gastón Valles.
UD ALMERÍA Fernando, Centelles, Édgar, Chumi, Pubill (Kaiky, 82’), Baba, Lopy, Sergio Arribas (Gui Guedes, 89’), Arnau Puigmal (Pozo, 59’), Leo Baptistao (Nico Melamed, 59’), y Luis Suárez (Marko Milovanovic, 89’).
GOLES 0-1, min 24: Sergio Arribas. 1-1, min 34: Gastón Valles. 1-2, min 65: Luis Suárez.
ÁRBITRO Palencia Caballero.
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