El Zapillo cuenta desde hace unas semanas con un nuevo vecino en uno de sus rincones más icónicos: el kiosco situado en la plaza Manolo Escobar ha vuelto a abrir sus puertas con un nuevo nombre, el de un viejo conocido de la hostelería almeriense que ahora trae sus famosos churros a pocos metros del mar.
En concreto, es la churrería 'El Sevillano y María hija' la marca que ha subido la persiana del kiosco zapillero y que ya ofrece desayunos y tapas en plena Avenida Cabo de Gata, a apenas dos minutos de la playa.
De esta forma, la geografía de la capital queda poblada en muchos de sus rincones de la famosa churrería: a la situada en la plaza Gaudí (junto a la gran rotonda de carretera de Ronda), se suman ya la situada en la calle Felipe II, la que abrió hace unos meses en una de las esquinas del Mercado Central, en la esquina de Obispo Orberá y, ahora, la churrería recién inaugurada en El Zapillo.
De esta forma, la plaza Manolo Escobar vuelve a tener vida (mientras las obras de la Avenida Cabo de Gata avanzan para hacer más amable para el peatón toda la zona). Después de la rehabilitación del antiguo kiosco que llegó a estar 'okupado' y tras el paso de un negocio hostelero que terminó bajando la persiana, ahora la churrería 'El Sevillano y María hija' atiende día tras día a los almerienses con desayunos, cervezas, y tapas. Y, por supuesto, churros.
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