La tradición del ayuno, a partir del Miércoles de Ceniza, ha generado un recetario de alto aporte calórico, adaptado para sobrellevar la rutina diaria durante la Cuaresma con una sola ingesta alimenticia. A partir de esta práctica se ha desarrollado un rico y amplio recetario de deliciosas elaboraciones que endulzan la Semana Santa.
Durante esta semana de pasión, nuestras casas y pastelerías se impregnan de un aroma único, producto del aceite, la naranja y la canela. Es probable que hayas degustado cada una de estas propuestas hasta el punto de no poder convencer a la abuela o tía de que ya no puedes comer más, pero en estos días, la tradición manda.
¡Sácale el máximo sabor a la Semana Santa con los dulces tradicionales que deleitan los sentidos!
Pestiños
Uno de los tres dulces de Semana Santa que en Andalucía pueden competir por las medallas al más conocido junto con la leche frita y las torrijas. Tan famoso que podríamos encontrar más de mil recetas según la región donde los comamos. El pestiño es un dulce con el que se podría escribir la historia del Mediterráneo Occidental. Ya los antiguos romanos cuando llegaba Saturnalia disfrutaban de los 'fritilia' de manteca de cerdo y miel. Musulmanes han dejado su réplica al pestiño con la 'shebakíya' de sésamo y canela para romper en ayuno del Ramadán, y los sefardíes lo hicieron las 'fijuelas' fritas.
La receta del pestiño, a pesar de ser sencilla, requiere su tiempo, como todas las cosas buenas, y puede ser un buen plana para realizar en familia, especialmente si tienes pequeños en casa que puedan colaborar en tornear los canutos de masa, o rebozarlos en azúcar. El pestiño es garantía de éxito en Semana Santa, ya sea si esperas visitas o si acudes a la cita como invitado, la cuestión aquí es: ¿Tú de qué eres, de rebozarlos en azúcar o bañarlos en almíbar?
Borrachillos
El hermano travieso de los pestiños con menos ingredientes y menos complejo en su elaboración, pero con un toque atrevido por su uso de vino. Su sencillez no le exime de ser uno de los grandes dulces de Semana Santa, incluso de llegar a tener presencia en un café de la tarde en cualquier fin de semana que nos demos licencia para pecar. Estos canutillos fritos dejan en la cocina un perfume especial que no deja indiferente. Si tienes una botella de vino blanco durante estos días en casa y no sabes que hacer con ella, no lo dudes. Una bandeja de borrachillos. Y si quieres darle un toque más elegante, utiliza un vino oloroso o dulce, pero !cuidado! Vigila el equilibrio, una sobre exposición del dulce puede camuflar el resto de sabores.
Roscos fritos de naranja
Para mi, hablar de roscos fritos de naranja supone teletransportarme a Canjáyar, al pueblo de mi madre, y es que me cuesta no asociar este dulce al concepto de hogar y familia. Los roscos son una de las elaboraciones más populares de la Semana Santa, y un dulce del que se puede disfrutar en el desayuno o en la merienda. Aromatizados con aceite de oliva, ralladura y zumo de naranja, solo necesitan de una cobertura de azúcar para llevar este dulce al nivel superior. Un buen café con leche sería un compañero ideal para comerse un manjar húmedo y jugoso.
Leche frita
Posiblemente uno de los dulces más sabrosos de la Semana Santa, la Lecha Frita se alza sobre una base de leche, harina y huevos. Observando sus pilares principales, es posible que esta receta de repostería tenga mucho que ver con la cocina de aprovechamiento, como lo pueden ser las croquetas. Una textura cremosa y un rebozado firme de canela y azúcar son las claves para conseguir llevar a este dulce a un nivel superior. Por otra parte, esta receta es versátil, ya que se puede comer caliente, templada o fría. Hay que tener cuidado con ellas. Su sabor adictivo y su tradicional tamaño de bocado en forma de cuadraditos, puede hacer que una vez que empieces no pares hasta ver la bandeja vacía.
Torrijas
Si no tienen un lugar definido en la repostaría doméstica, las torrijas son de esos dulces de temporada que como las migas cuando llueve, sólo aparecen en los aparadores de las pastelerías y cartas de postres en Semana Santa. Además, es de esas elaboraciones que tiene su público respecto a los ingredientes principales que la componen, los hay quienes les gusta de pan de molde los hay de los que las prefieren de la barra de toda la vida; y los hay quien prefiere bañarlas en leche o humedecerlas en vino. La torrija guarda detrás de su sabor toda una historia y mística simbólica, se dice que era una receta reservada para las mujeres recién paridas "para ayudarles a producir más leche" o para paliar los dolores sufridos en el alumbramiento con una dulce alegría. Hay quien dice que la torrija está asociada a la pasión misma de Jesús de Nazareth. El pan duro (muerto) representa el cuerpo de Cristo, que muere en esta época y para resucitarlo se necesita de los huevos y la leche. La pasión y sufrimiento también está presente en el momento en el que este dulce toca el aceite hirviendo al momento de su preparación. Este es el cuerpo dulce de Cristo. Amén.
Buñuelos
Una alternativa sencilla y rápida que se puede elaborar de manera sencilla son los archiconocidos buñuelos de viento. Además, se pueden amasar con forma de bola, más a la manera tradicional, o al estilo alpujarreño en forma de rosco. Si el objetivo es disfrutar de los días de Semana Santa con familia y amigos, y son numerosos, preparar una bandeja de un par de decenas de buñuelos es una una idea. Como un muchas otras de las recetas de Cuaresma, la canela, la cáscara de limón, el huevo, la harina y el azúcar son fundamentales. Además de un buen aceite hirviendo para freírlos. Después del todo el proceso de elaboración, solo falta sentarse a la mesa y disfrutar.
Papaviejos
La réplica directa con acento almeriense a los buñuelos son los papaviejos de naranja y eso en Gádor lo saben muy bien. Una masa de harina bizcochona., zumo de naranja y huevo, aromatizada con ralladura de limón, naranja y canela. Uno de los secretos de esta elaboración es obtener una masa que no esté muy dura ni muy blanda. Hay que conseguir que el papaviejo sea esponjoso. Una cáscara de limón al fuego con el aceite para potenciar más el aroma. El papaviejo no debe dorarse mucho en el aceite, y no te preocupes cuando eches las bolas de masa al fuegos, este dulce va formándose poco a su gusto. Cuando estén listos solo hay que pasarlos por azúcar y canela cuadro estén templaditos.
Empanadillas
Este dulce quizás tenga más presencia en los escaparates de las confiterías que en las casas, pero una empanadilla siempre es una receta a tener en cuenta, ya sea de atún, tomate y huevo duro, como de yema de huevo o cabello de ángel. Si eres de los que le gusta el mazapán, puedes alargar ese sabor tan navideño hasta la Semana Santa rellenando las empanadillas con una una elaboración hecha con con un jarabe de azúcar, yema de huevo y harina de almendra, mezclada con la elegante crema de yema de huevo. Importante tener un horno a los 180º. No hay que hornear mucho las empanadillas de yema para que no se resequen, solo esperar a que tomen un poco de color (entre 10 y 15 minutos). esperamos a que enfríen para servirlas.
Mona de pascua
Otro de esos dulces que se pueden encontrar en diferentes zonas del Mediterráneo, como Sicilia u Orán, pero ha sido en el levante español donde se han arraigado con fuerza. Un rosco de bizcocho, coronado con un llamativo huevo. La mona es de esos postres que también tiene una historia detrás. Los padrinos tenían por costumbre regalar a sus ahijados este dulce el Domingo de Pascua después de la misa. En el Lunes e Pascua se organizaba una merienda familiar donde se comía este dulce. Durante la Edad Media en la Cuaresma no se podía comer carne, ni lácteos ni huevos, así que se tomó por costumbre pintar el huevo de colores camuflándolo en la mona a modo de elemento decorativo.
Galletas de coco
Una de las elaboraciones más sencillas de hacer y muy a la mano son las gallegas de coco. ¿Quién no ha tenido galleas María en el armario del productos del desayuno? Rellenas de mantequilla con cacao las galletas y las bañas en leche, una vez terminado este proceso, solo hay que rebozarlas con ralladura de coco, canela y azúcar. Se quedan blanditas y deliciosas. Si quieres impresionar a alguien en Semana Santa, invítalo a un café y acompáñalo con estos dulces, o déjalos preparados a la hora del desayuno y sorprende a la familia con un manjar cuando se despierten. ¡Ojo! todo lo que tienen de ricas lo tienen de calóricas. No conviene abusar.
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