Los nuevos ‘Monstruos’, con Bardem como víctima

La nueva temporada de esta serie narra la historia de Lyle y Eric Menéndez, que asesinaron a sus padres a sangre fría en 1989. Supone el estreno en la televisión americana de Javier Bardem, acompañado por Chloë Sevigny.

Dos años después del impactante estreno de Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer, Netflix regresa con una nueva temporada de esta antología de crímenes reales que dejó huella en la audiencia. En esta ocasión, la trama se centra en otro caso que sacudió a la opinión pública en los años 90. El 19 de septiembre se estrenará Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez, una miniserie de ocho episodios que revive el juicio mediático de los hermanos Menéndez, condenados por asesinar a sus padres en 1996.

Producida por Ryan Murphy e Ian Brennan, la serie promete sumergirnos de nuevo en el complejo mundo del true crime, presentando los hechos desde ambas perspectivas: la acusación de abuso por parte de los hermanos y las Nicholas Chávez y Cooper Koch encarnan a los hermanos Menéndez, pero los grandes nombres de la serie son Javier Bardem y Chloë Sevigny, quienes dan vida a los padres, José y Kitty Menéndez. Para Bardem, este será su primer gran proyecto televisivo, y lo hace de la mano de Ryan Murphy. El elenco también incluye a Nathan Lane como el periodista de investigación Dominick Dunne y a Ari Graynor como la abogada defensora Leslie Abramson.

Este no es el primer acercamiento televisivo a este escandaloso caso. En 2017, Law & Order True Crime: The Menendez Murders, intentó abordar la historia centrando su trama en el juicio. La serie cautivó al público, al igual que lo hizo el juicio de O.J. Simpson en 1994. Estos eventos, seguidos minuto a minuto por la televisión,

cimentaron el interés por el género de crímenes reales que hoy sigue atrayendo a millones de espectadores.

La historia de los hermanos Menéndez

La nueva temporada revive el momento en el que los hermanos Menéndez, en 1989, asesinaron a sus padres en su residencia de Beverly Hills. José Menéndez, un empresario de origen cubano que se había labrado una fortuna en la industria musical, y su esposa Kitty fueron acribillados a tiros por sus hijos, quienes, según la sentencia, buscaban heredar la fortuna familiar. La brutalidad del crimen impactó a la sociedad: los hijos dispararon repetidamente y, tras el asesinato, fingieron haber descubierto los cuerpos y denunciaron el crimen a la policía.

La verdad salió a la luz cuando Erik Menéndez confesó los hechos a su terapeuta, quien, a través de su secretaria, reveló el secreto. Entonces los hermanos fueron sometidos a un juicio que conmocionó a Estados Unidos, con detalles tan perturbadores como los testimonios de abuso sexual y físico por parte de su padre,

que los hermanos declararon como motivo del parricidio. Inicialmente estas alegaciones generaron empatía, pero las pruebas psicológicas y los descubrimientos posteriores llevaron a que se desestimaran, centrando el juicio en la ambición por la herencia.

Un juicio televisado

La conmoción social fue tal que los dos juicios a los que se enfrentaron los Menéndez entre 1993 y 1996 fueron televisados. Durante el primer juicio, los acusados ofrecieron un testimonio desgarrador, relatando los abusos que afirmaban haber sufrido a manos de su padre, mientras que señalaban a su madre como cómplice. Sin embargo, tras una revisión psicológica, estas afirmaciones fueron desestimadas y el juicio fue declarado nulo.

En 1996, fueron condenados a cadena perpetua sin libertad condicional. A lo largo de los años, han presentado numerosas apelaciones y solicitudes de clemencia, todas rechazadas. No obstante, el verano pasado surgió una nueva esperanza para los hermanos cuando Roy Rosselló, exmiembro del grupo Menudo Menudo, acusó a José Menéndez de haber abusado de él cuando tenía 14 años, lo que ha llevado a los hermanos a buscar una nueva revisión de su condena.

Los protagonistas de la serie

Javier Bardem

Interpreta a José Menéndez, el padre asesinado. Ganó el Oscar al Mejor actor de reparto de 2007 por su papel de psicópata asesino Anton Chigurh en No es país para viejos. También ha cosechado elogios de la crítica por papeles en películas tales como Jamón, jamón, Carne trémula, Boca a boca, Los lunes al sol, Mar adentro y El buen patrón. Entre sus estrenos más recientes tenemos La sirenita donde interpretaba al Rey Tritón (2023), Dune: parte dos (2023), de Denis Villeneuve y Spellbound (2024), una película de animación donde ha dado voz al rey Solon.

Chloë Sevigny

Es la madre, Mary Louise, también víctima de los hermanos. Sevigny es una actriz de cine y televisión, diseñadora de moda y exmodelo estadounidense. Se dio a conocer por su amplia carrera como actriz a mediados de la década de 1990. Recientemente, Sevigny trabajó con Murphy como una de las estrellas de Feud: Capote vs. The Swans. Anteriormente, Sevigny fue estrella invitada en la primera temporada de la aclamada serie de misterio y asesinatos de Rian Johnson, Poker Face (2022), protagonizada por Natasha Lyonne. Otros proyectos incluyen Bones and All (2022) de Luca Guadagnino, así como series como Muñeca rusa (2022).

Nicholas Alexander Chávez

En la serie interpreta a Lyle Menéndez uno de los hijos del matrimonio. Nicholas es un actor estadounidense reconocido por interpretar a Spencer Cassadine en la telenovela de ABC General Hospital (2021-2024), un papel que le valió el Premio Emmy al Mejor actor joven en una serie dramática. En 2022, Chávez interpretó a Jason en la película original de Tubi, Crushed.

Cooper Koch

El otro hermano Menéndez, Eric, está interpretado por Cooper Koch. Hizo su debut como actor a la edad de 11 años junto a Anthony Hopkins en la película The Thomas Crawford Affair. Después de diez años alejado de las cámaras, y en los que trabajó como modelo, volvió a actuar en algunos cortometrajes. En 2020, interpretó un papel principal en la película para televisión The Christmas I Wish for. Es conocido también por Monster (2022), Swallowed (2022) y They/ Them (2022) que también protagonizó Kevin Bacon y Anna Chlumsky.

Ari Graynor

Encarna a la abogada defensora Leslie Abramson. Graynor es una actriz de cine y televisión estadounidense, reconocida por sus papeles en las series televisivas de Los Soprano (2001), Fringe (2010) o I’m Dying Up Here (2018). También participó en producciones teatrales como Brooklyn Boy y en la película The Disaster Artist (2017).

Nathan Lane

Da vida a un periodista de investigación, Dominick Dunne. Lane es un reputadísimo actor de teatro, aunque los aficionados al cine le recuerdan sobre todo por sus divertidísimos papeles de histrión en Una jaula de grillos (1996) y Un ratoncito duro de roer (1997). También ha aparecido en filmes interesantes como Trabajos de amor perdidos (2000), La leyenda de Nicholas Nickleby (2002) o El chico de tu vida (2004). Sus trabajos más recientes han sido de actor de reparto en Solo asesinatos en el edificio y ha puesto voz al personaje de Luno en la película de animación Spellbound (2024).

Primera temporada, la polémica y exitosa historia de Jeffrey Dahmer

La primera temporada de Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer se estrenó en 2022 y rápidamente se convirtió en un fenómeno. La serie relataba los espantosos asesinatos cometidos por uno de los asesinos en serie más notorios de Estados Unidos, con 17 víctimas confirmadas entre 1978 y 1991. Protagonizada por Evan Peters, la producción rompió varios récords en Netflix, alcanzando la impresionante cifra de 1.000 millones de horas de visualización en sus primeros 60 días. A pesar de su éxito, la primera entrega centrada en Dahmer no estuvo exenta de polémica. Algunas familias de las víctimas del asesino criticaron duramente la serie, argumentando que, a pesar de sus intentos de condenar los actos de Dahmer, la producción terminaba glorifi cándolo al explorar su vida y su psicología de una manera que generaba cierta empatía hacia él. Con la segunda entrega, se espera que la producción cambie algunos aspectos que generaron críticas, como la forma en que la serie humanizó a los asesinos, explorando su infancia y ciertos aspectos de su vida. Además, se señaló la falta de enfoque en las víctimas, lo que contribuyó a una revictimización y un uso excesivo del sensacionalismo y el morbo