Voluntad, cabeza y corazón: Camisetas impregnadas de solidaridad

Dos jóvenes almerienses han creado la firma de ropa sostenible Vococa, que colabora con la ONG Proem-Aid

Equipo Vococa. Mikhael y Manuel Jesús en una imagen de su campaña, en Almería.
Equipo Vococa. Mikhael y Manuel Jesús en una imagen de su campaña, en Almería.
Alicia Sánchez Romero
23:10 • 31 ago. 2017

"Dos jóvenes del pueblo de Cabo de Gata pudieron subir al alto cielo y, a la vuelta, contaron. Dijeron que habían contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y explicaron que somos un mar de fueguitos”. Así comienza la aventura de dos emprendedores almerienses, Mikhael Muro y Manuel Jesús Gordillo, que crean camisetas sostenibles con diseños muy especiales bajo la firma Vococa, acrónimo de voluntad, corazón y cabeza, “los tres ingredientes indispensables para llevar a cabo cualquier proyecto”, comentan. 




Ambos repararon en que cada persona es única, con sus virtudes y sus imperfecciones. Hay diferencias que ensalzan a cada ser humano, y bajo esta reivindicación nació Vococa. Estos dos almerienses materializaron su reflexión en forma de camisetas porque, como señala Mikhael Muro, “la ropa nos define, nos anima y nos da seguridad, acentuando nuestra personalidad”.




Sin embargo, a día de hoy, tal y como añade, “vivimos en un mundo materialista en el que compramos por inercia, sin ilusión”. Y Vococa, como ellos mismos detallan, “tiene la maravillosa virtud de hacer libre a la gente”.  Son muchos los motivos que dotan de alma cada prenda: son sostenibles porque se fabrican con materiales orgánicos, sus trabajadores gozan de igualdad, y cada una de las camisetas es única porque se fabrican artesanalmente. Pero, sobre todo, Vococa se define por su carácter solidario. Un 10% de sus beneficios se destinan a la  ONG española Proem-Aid, formada por bomberos, buceadores, nadadores de rescate y sanitarios que han estado salvando vidas en Lesbos (Grecia) desde 2015. “Mucha gente pequeña en lugares pequeños haciendo cosas pequeñas puede cambiar el mundo”, señalan. Y esta afirmación se ha convertido en uno de los lemas de esta pequeña empresa que, algo más de un año después de su fundación, ha conseguido concienciar y ayudar económicamente a esta organización que tuvo que cesar su labor humanitaria por falta de fondos.




 Ayuda en Lesbos Aunque confiesan que “toda ayuda es poca” y a día de hoy siguen necesitando subvención, por proyectos como Vococa y por donaciones de particulares, Proem-Aid consiguió volver a Lesbos .  El propio Mikhael vivió en primera persona el drama del Mediterráneo y la que ya es considerada como la mayor crisis migratoria y humanitaria en Europa desde la II Guerra Mundial. En junio de 2016, el socio de Vococa se embarcó con la organización de ayuda humanitaria, y allí vio el horror y aprendió de la vida, tal y como explica: “Fue una experiencia impresionante en el sentido de que eres consciente de las vueltas que da la vida. Nosotros estamos aquí hoy, y vivimos nuestra rutina como ellos la vivían, hasta que un giro lo cambia todo”. Este año, Mikhael ha vuelto a Lesbos durante 15 días con Proem-Aid. De hecho, atiende a LA VOZ desde Croacia: “Nos fuimos a a Grecia en coche en un viaje de más de 50 horas, con  un coche y un remolque, y ahora volvemos”.




Pero la labor de la organización continúa: “El 14 de septiembre volveremos a rescatar vidas de la mano del proyecto ‘May Day Mediterráneo’”, explica Mikhael. Este, llevado a cabo también por Salvamento Marítimo Humanitario de Guipuzkoa y otra organización de Salvamento alemana, consiste actuar en el ‘corredor de la muerte’, como se conoce la zona de las costas libias. “Hemos alquilado un buque para acoger el máximo de personas posible”, relata. Vidas, en defintiva, que podrán ser salvadas gracias a personas que llevan a cabo proyectos como el de Vococa.







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