Esculturas de Huecas y una cápsula del tiempo para el cuarto de siglo de la UAL

Una persona aullando, quién sabe si por dolor físico o una profunda tristeza; otra figura humana apesadumbrada, con las manos en la cabeza; mientras, otra parece esperar mientras se pregunta sobre su futuro. Estas y otras escenas pueden verse desde el pasado jueves y hasta el próximo 16 de diciembre en la exposición del escultor Javier Huecas en el campus de la Universidad de Almería.

La muestra, titulada ‘Condición Humana’, reúne distintas esculturas de pequeño formato creadas por el padre de obras tan populares como ‘La espera’ (la famosa señora eternamente sentada en la plaza de San Sebastián) o las gárgolas que observan a los espectadores que acceden al Teatro Apolo de la capital. ‘Los Aulladores’, ‘Los Sopladores’, ‘La calavera de viaje’ y el resto de esculturas de Huecas pueden disfrutarse en la Sala de Exposiciones del Paraninfo de la UAL. Para ello, el propio escultor ha pedido al visitante “que se venga sin una idea previa, que entre, que mire y que sea la obra la que le forme la idea”.

Cápsula del tiempo

El colofón de la exposición consistirá en la colocación de una escultura de Huecas en el jardín del Paraninfo universitario. A sus pies, la institución académica prevé enterrar una cápsula del tiempo, en la que se guardarán 25 objetos que serán recuperados dentro de un cuarto de siglo. Cuando acabe este 2018 en el que la UAL celebra sus primeros 25 años de vida, se habrán llevado a cabo “unas 70 actividades destinadas a públicos muy diversos y más de cincuenta mil personas habrán compartido nuestra celebración”, tal y como contabilizaba en la inauguración de la muestra escultórica María del Mar Ruiz, la vicerrectora de Extensión Universitaria y Deportes.

En cuanto a las obras que pueden contemplarse en la muestra, Huecas trabaja en este caso en gres cocido a 1.250 grados y coloreado con óxidos. “En algunas de pronto aparece la idea y otras sí las llevo en mente desde hace tiempo, pero hasta que no te pones con el barro no aparece la forma definitiva”, explica el propio escultor nacido en Prat de Llobregat y afincado en Almería. Más allá del proceso creativo llevado a cabo por el escultor, que estudió Bellas Artes en Barcelona, Sevilla y Madrid, el significado de las propias obras es, en realidad, una cuestión que el propio Huecas deja para que sean los visitantes de la muestra quienes lo determinen.

“Transmito lo que recoja el espectador; yo solo hago figuras e intento echar mis demonios fuera, y ahora que sea el espectador el que recoja; si es bien, ha valido la pena, y si no, no habrá valido la pena”, reconocía en el acto de inauguración de la exposición. Más de la mitad de las obras que podrán contemplar los visitantes de ‘Condición Humana’ hasta mediados del próximo mes de diciembre son “de nueva creación”, ha querido detallar Huecas.

De hecho, él mismo ha advertido a los visitantes de la muestra que ya conozcan parte de su creación artística: “es inevitable que lleguen con una idea anticipada de lo que se van a encontrar, pero en la medida de lo posible sería apetecible que entrasen ‘en blanco’”, comentaba. Orgulloso de formar parte del programa cultural del 25 aniverario de la UAL, Huecas daba las gracias por haberse puesto “todos los medios humanos y técnicos para que la exposición sea un éxito” y llegue al público.

“La muestra, dentro de lo que yo puedo dar de mí, es lo máximo”. En esa línea se ha expresado la comisaria de la misma, Gádor Sánchez Barazas, al afirmar que las 39 esculturas que la componen responden a la máxima de que “las fechas no son importantes, su obra tiene la coherencia de poseer un lenguaje propio y unos temas esenciales que están siempre presentes, estando a la cabeza el que da título a esta exposición: condición humana”. Sánchez ha abundado en ello desvelando que este autor “explora con crudeza el dolor, el miedo, la angustia existencial; en su trabajo hay inteligencia, valentía y desesperanza, en general todo aquello que invita a la reflexión y que mantiene viva la creación artística, que para él no es una elección, sino una orden de batalla”.