Bernard Plossu: “Lo mío con Almería es una historia de amor”

Françoise carga a la pequeña Manuela mientras observa orgullosa caminar libre a Joa­quim. Viste con cierta dejadez, la propia de vivir en un pueblo perdido del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Su flequillo se alborota al viento con la rebeldía y el descaro de quien se sabe afortunada. Simplemente es feliz. Están en La Isleta del Moro a finales de los años ochenta. Tras el objetivo, inmortaliza la escena el cabeza de familia, el fotógrafo Bernard Plossu. No lo vemos, pero nos gusta imaginarlo con media sonrisa y el corazón encogido. Como el que desea, en vano, atrapar la magia.

El tiempo detenido. La mirada que escapa al entendimiento hasta elevar a un umbral casi cuántico las imágenes más intrascendentes. Eso hace en sus fotografías el artista francés que eligió vivir en Níjar por amor a su mujer, Françoise Núñez, de origen almeriense, y a sus hijos en unos años luminosos y salvajes de los que nació una colección fotográfica que evoca la vida misma.

El Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) acoge hasta este domingo 21 de octubre una selección de 150 instantáneas que resumen la historia de amor de Plossu con Almería. De forma indefinida pueden admirarse todas las imágenes, tomadas entre 1987 y hasta hoy en toda la provincia, en el libro publicado de forma paralela junto a la Universidad de Almería (UAL).

“Cada vez que he andado por las sierras de Almería he aprendido lo que es el silencio, me da paz. Andar es el ritmo natural de la fotografía y allí he aprendido a respetar cada piedra, cada ruina, cada flor o árbol: lo mío con esa tierra es una historia de amor”, apunta el fotógrafo a LA VOZ.

Reportaje poético
Según explica en el texto introductorio de la publicación el director del CAF, Rafael Doctor, este “reportaje poético” constituye el cuarto libro de Bernard Plossu con fotos del Parque Natural de Cabo de Gata. “Es más que  poner algunas fotos aquí y allá, esta vez el libro entero habla de lo que pasa allí y me gustan, claro, estas páginas con imágenes de mi familia: fuimos tan felices viviendo aquí”, exclama con nostalgia el creador.

El relato visual escapa, sin embargo, de lo íntimo como un gato negro ataca a uno blanco en la icónica imagen que sirve de portada a la obra. Un hombre recorre Ohanes encima de su burro. Jóvenes juegan al fútbol en una Rambla de Almería sin encauzar. Y un padre y un hijo pasean en motocicleta junto a la playa de la Térmica. “En este nuevo ejercicio visual late la atemporalidad de este lugar tan diferente al resto del país donde reina por encima de todo la luz y por el que irremediablemente nos sentimos atraídos”, subraya Doctor.

En la que ya es, junto a la de ‘Campos de Níjar’ de Goytisolo y Aranda, la exposición más visitada de la historia del CAF subyace “la sencillez de la vida”. “He visto a Plossu fotografiar instantes intrascendentes y, con sus fotografías, los he redescubierto convertidos en imágenes que taladran la realidad y la sitúan en un umbral más alto, un umbral que me atrevo a llamar trascendental, metafísico o incluso espiritual o cuántico, posiblemente es un don (....). Bernard fotografía el mundo con la misma naturalidad que respira”, concluye.