Las poetas del 27: para quitarse el sombrero

Nunca debieron olvidarse, pero el golpe de estado de julio del 36 fue como un tsunami que borró a buena parte de la intelectualidad y actuó con más saña sobre el grupo de mujeres, que trajeron savia nueva al panorama literario español, dominado casi exclusivamente por los hombres hasta ese momento.

Llamadas la Generación de Oro, para contraponer a la de Plata con  la que se conoce también sus congéneres masculinos de la generación del 27, se las identificó popularmente como Las Sinsombrero por el  gesto de quitarse el sombrero en público,que protagonizaron Maruja Mallo, Margarita Manso, Salvador Dalí y Federico García Lorca en la Puerta del Sol. 

Para muchos especialistas,  la ausencia de las mujeres en los estudios que se realizan no solo sobre los poetas de la Generación del 27, sino en todos los ámbitos referidos a los años de la Segunda República es incomprensible dada su talla artística.

Un nuevo impulso

El pasado viernes tuvo lugar el acto que significaba un homenaje a las mujeres que injustamente silenciadas no se les permitió tener el lugar que merecen en la historia de la literatura española. Las poetas almerienses María Lago y Mariángeles Lonardi fueron las que coordinaron y presentaron un acto lleno de emoción contenida y de poesía de gran altura. Once poetas de Almería, hombres y mujeres, ataviados con sombrero, dieron voz a una selección de las poetas  y pudieron entregar su voz y su palabra a un auditorio que llenó por completo el aforo de Clasijazz en Almería. 

A destacar, entre la gran calidad de todas las intervenciones, las de Paco Checa dando voz a Concha Méndez,  Chelo Milán, a Rosa Chacel y Fran García Vargas, a Marga Gil. El acto estuvo acompañado de la elegante aportación a la guitarra y voz  de la artista Andrea Albert y  acabó con el simbólico lanzamiento al aire de los sombreros.

Vigencia

En palabras de una de las organizadoras, María Lago, con este acto desean que tenga una continuidad ya que la obra de las mujeres de la Generación de Oro sigue estando vigente y para muchos puede ser un grato descubrimiento yque las colocaría en el lugar de la literatura que merecen.