El concierto prometía, y cumplió con creces. Al piano, Javier Massó, Caramelo de Cuba, un músico que ya dejó hace poco en Almería la bandera bien alta, tanto como su tremendo prestigio en el jazz latino. Al bajo, Ernesto Hermida, un músico con una fuerte proyección y un buen número de festivales por todo el mundo. Y a la batería, una leyenda: Raúl Pineda, el hombre que ha tocado con los grandes y en todos los festivales, que ha ganado un Grammy y ha sido nominado para otros tres...
Otro conciertazo, pues, en Clasijazz, en la noche del pasado jueves. Y lo mejor es que, por si fuera poco, la cosa traía mas regalos. En medio del concierto, Caramelo llamó a tocar a otros dos músicos de esa categoría: el saxofonista cubano-almeriense Reynaldo Llerena, amigo de toda la vida, y el cantaor Kiki Cortiñas, compañero también de varios proyectos musicales.
Repertorio
El trío se llama ‘Concatenación cubana’, y el concierto comenzó con ‘Para luego es tarde’, un danzón del gran Emiliano Salvador que dejó en claro que la velada iba de jazz latino puro y duro, sin concesiones. Ritmo, contrapuntos, sincopados... Después vino el tema ‘Caramelo de Cuba’, como el propio apodo de Massó, infaltable en sus conciertos, y ya el sonido del trío estaba lanzado.
Massó, que se nota que ya se va sintiendo a gusto en Clasijazz, comenzó a conversar con el público. Invitó a Llerena para tocar ‘Nuevo amanecer’, un tema propio, y a Kiki Cortiñas para que cantara ‘Mi sentir’, un bolero compuesto por el cantante.
Con la complicidad del público lograda, siguieron ‘En la primavera’, ‘Caminadora’, ‘One night, one song’, con un grandísimo solo de Pineda en la batería, ‘Yo soy’... Casi dos horas de jazz latino puro.
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