Detrás de la pantalla (VIII): Por fin ha hablado el rey de España

Álvaro Hernández
07:00 • 26 abr. 2020

Ya era hora. Tras tenernos a muchos en vilo y después de dejar en las sombras de la incertidumbre a millones de españoles, el rey ha hablado.



Que me disculpe Su borbónica Majestad, pero obviamente no me refiero a él.



Quien reapareció en la pantalla hace justo hoy una semana es don Joaquín Ramón Martínez Sabina, que nació en Úbeda hace ya 71 años y no está para muchos trotes. Y va él, tan republicano como es, y se pega un castañazo desde un escenario que ya habría querido darse el otro Borbón (Juan Carlos) en una absurda competición para ver quién sobrevive a la hostia más gorda.



Y ahí estaba él: Joaquín Sabina, que raramente aparece en televisión, dando sus primeras declaraciones en el programa de Jordi Évole (que ya es la segunda vez que se cuela en este rinconcito, sin ser yo nada de eso) contando  que está bien -a pesar de todo-, que él también sale a aplaudir y que, atención, no tiene móvil (o eso dice).



Y ahí estábamos todos los demás: descubriendo que la tele del siglo XXI era un chico enseñándole (y explicándole) memes a un yayo por Skype, porque resulta que nos han robado el mes de abril y cuando llevábamos 19 días de encierro ya solo nos debían faltar 500 noches. Festival del humor patrio.



Para redondear esta epifanía de lo que es la televisión más revolucionaria del tercer milenio, el yayo le enseña fotos en blanco y negro de tiempos mejores, cuando posaba con amigos que ya no están entre los vivos.



Porque vaya tela lo que se está perdiendo en estos tiempos. Aute, Lucía Bosé, El Príncipe Gitano, el futbolista Goyo Benito y el exministro Enríque Múgica (entre otras decenas de miles) se han ido y no van a volver. Y resulta que, con ellos, lo que se está esfumando es la España de nuestros padres. Y no vuelve.



Debe ser algo parecido a aquellos años, entre los 70 y los 80 en los que se fueron Quintero, León y Quiroga. Cuidado, que a los ‘millennials’ nos suenan (si eso) por un verso de Sabina, pero ellos compusieron ‘María de la O’, ‘Ojos verdes’ y ‘Pena, penita, pena’. Un respeto.


Por ahora, Sabina aguanta, tan joven y tan viejo, en la España de nuestros padres y la nuestra, que está hecha trizas. Y sin embargo, te quiero.


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