Detrás de la pantalla (X): Han vuelto a cambiar la hora

Álvaro Hernández
07:00 • 02 may. 2020

Game over. Hay un tuit que llevo tiempo guardando como oro en paño porque sabía que un día saldría del banquillo, y ese día es hoy.



Lo dijo @Ricardo_JG, uno de los fundadores de Jot Down: “‘Te llamo después de los aplausos’ me parece una frase superbonita”.




Bien: los aplausos se han acabado. Ahora, a las ocho a veces hay una cacerolada, unas tímidas palmas, un himno que languidece o, a lo peor, el silencio.



Ese tuit planteaba algo precioso, porque era como si abandonáramos el dinero para volver al trueque. Dejábamos de mirar el reloj, porque el nuevo horario de nuestras vidas lo marcaba un aplauso. Pero ya apenas hay aplauso, así que nos han vuelto a cambiar la hora.



Era muy bonito, sí. Pero a mí no hacía más que recordarme a todas esas llamadas que ni iba a hacer ni iba a recibir, a pesar de que me siguen quemando los dedos por descolgar con el pulso acelerado después de leer en la pantalla ese nombre.



Al final, y sin yo quererlo por primera vez en mi vida, tenía razón: no ha habido llamada. Pero es que yo tampoco he tenido el valor para hacerla.



Cada uno tendrá su propia llamada no realizada. Un hermano con el que no se cierran las heridas, un amigo que dejó de serlo tras la pelea más tonta de la historia o simplemente esa persona por la que lo darías todo incluso hoy, aunque las cartas hayan venido mal dadas.



Descolgar y preguntarnos con la prisa que no tenemos ‘¿Qué tal?’, como intentando recuperar el tiempo perdido. 


Todo, sin renunciar a una sonrisa grande de esas tuyas, de las que se salen de la boca, y hacer lo que estabas deseando: seguir por donde se quedó todo ayer y escucharnos o ponernos a divagar, como canta Siloé. Qué más da.


Sea como sea, lo cierto es que todos tenemos esa llamada que no hemos disfrutado después de los aplausos. 


Y hoy ya nos han cambiado la hora. Llamad si estáis a tiempo, que seguro que lo estáis. 


Al fin y al cabo, como dijo una vez Carlos Herrera, “fuimos creciendo: tú en tus cosas... y yo también en las tuyas”. Seguro que hay alguien que sigue queriendo crecer en lo tuyo. Qué más da que hayan cambiado la puta hora.

para ti

en destaque