El Retrovisor: “Guerra sin testigos entre el Frente Polisario y Marruecos“

Manuel Arroyo publica ¡Matad al Rey! y se pregunta si veremos la corona marroquí sin amenazas

Manuel Arroyo fue el primer corresponsal de Canal Sur en Marruecos. Foto: Arroyo.
Manuel Arroyo fue el primer corresponsal de Canal Sur en Marruecos. Foto: Arroyo. La Voz
Antonio Torres
20:08 • 28 dic. 2024

Es muy difícil saber en cualquier momento quien conspira contra quién, pero no solamente en la ficción sino en la realidad. “Después de mirar hacia atrás y conocer una pizca de la historia de las siete dinastías que han gobernado Marruecos, es fácil perderse en el oscuro mundo de las conspiraciones”. ¡Matad al Rey! intenta aclarar el asesinato de un corresponsal español, apuñalado en su casa de Rabat. La policía detiene al autor del crimen, un día después. Es un delincuente común que frecuenta los mercados del sexo de la capital.



La policía asegura haber encontrado toda clase de pruebas. “Las conspiraciones son siempre confusas, no señalan a nadie en concreto y son todos a la vez los que conspiran”, nos confesó la otra tarde a Rocío Amores de Canal Sur Radio y Televisión y a este periodista. Tras su nuevo trabajo literario, el periodista Manuel Arroyo Durán (Sevilla, 1948), con residencia en Aguadulce, tiene presente para su apartado de realidad la muerte de José Luis Percebal (con b) corresponsal de la Cadena COPE y el diario El Mundo, asesinado en Rabat el 11 de febrero de 2002, en extrañas circunstancias. La amistad se ve reflejada en el libro. Arroyo fue el primer corresponsal y cofundador de la delegación de Canal Sur Radio y Televisión en Rabat. “No teníamos claro las razones que se nos dieron sobre el asesinato del corresponsal y amigo. Hubo presiones, incluso de tipo político para que no se aclarara su muerte”.



La realidad fue otra: “No dejo de preguntarme: ¿en qué trabajaba José Luis los últimos días?, ¿qué es tan grave como para que se ordene su muerte? Sí recuerdo que la última vez que estuvimos charlando detenidamente me hizo algunos comentarios realmente fuertes para este país. Cenábamos junto a otras dos personas en una de las terrazas de la Plaza Jema Fna de Marrakech a dónde habíamos acudido para cubrir la información de la reunión del Comité al Qods. Estaba aquella noche eufórico, amaba Marrakech y le gustaba perderse por esos antros en los que uno suele encontrar a los personajes más insospechados. Hablaba y hablaba sin parar, sobre todo de la homosexualidad…”. “Imaginación o no, fantasía o realidad, sí es cierto que José Luis, dada su condición, frecuentaba lugares que otros no visitábamos y tenía la posibilidad de establecer contactos que eran muy difíciles para los demás.



Durante 10 años, se tiene tiempo suficiente para almacenar los más complejos y comprometedores datos sobre cualquiera de los personajes que pululan por la vida política, económica y social de este país y, sobre todo, de esos bajos fondos a los que pudo ocasionarle la muerte”. Marcos hablaba de conspiración para matar al Rey. Una conspiración que no se reducía solamente al espacio de Marruecos, sino a desestabilizar el mundo árabe y sus relaciones con occidente. En la Embajada española no dan crédito ninguno a lo que Marcos contó a Lucas…”. Libro interesante de Arroyo, periodista que abrió camino a muchos colegas en el apasionante del periodismo que pisa la calle con sentido observador y crítico, pero sin insultar a nadie.



Desde siempre ha habido y habrá interés por las historias de los corresponsales para la literatura, el cine y los podcast. Reporteros en zonas de conflicto dan prestigio a los medios que cuentan con profesionales en el extranjero. En el caso de Marruecos, más cerca de Almería que de la provincia de Málaga, de haber libertad de expresión se conocería lo ocurrido con la familia de los 2946 muertos y 5674 heridos del terremoto del Alto Atlas de Marruecos, donde se producen manifestaciones de protesta por la falta soluciones. “No sabemos nada. Con datos oficiales, en 2025 se superarán en 2025 los actuales 60.000 marroquíes que trabajan y viven en la provincia de Almería que muestran su preocupación en una guerra no contada “que es la que hay actualmente entre el Frente Polisario y Marruecos, pero no hay testigos”. Arroyo ha sido director del centro de Canal Sur Radio en Almería y de los centros de la emisora autonómica de radio y televisión en Granada y Marruecos. Fue jefe de Informativos de Canal Sur Radio y editor del programa Parlamento de Canal Sur Televisión.



Desde el Gabinete de Prensa del Parlamento de Andalucía editó el libro Las Cortes en Sevilla en 1823 y, tras su experiencia en Marruecos el libro Impresiones Marruecas, actualizado e ilustrado después en edición digital. Después llegaron más libros. Además, ha editado y publicado una buena gavilla de cuentos, inspirado para sus nietos y que están siendo demandados en periodos navideños. “Qué mayor satisfacción puede superar a la de escribir el cuento que le contabas a tu nieta antes de dormir”, dice Arroyo comprometido con la defensa del medio ambiente. 





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