"He tocado el cielo como artista"

"He tocado el cielo como artista"

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Mari Carmen Varón
22:48 • 27 sept. 2012

La del miércoles fue una noche especial para David Bisbal en la que cumplió uno de sus sueños: cantar en uno de los teatros más impresionantes que existen. Se escuchaban voces españolas por todo el Royal Albert Hall londinense y podía distinguirse, entre el tumulto, acento andaluz, almeriense incluso.

Todo eran nervios al principio, luego silencio. Las primeras notas a guitarra de Almería, tierra noble inundaron el teatro y rompieron la tranquilidad, pero era mucho más agradable. No se puede explicar con palabras el sentimiento al escuchar el nombre de tu tierra en esta ciudad lejana.

Nuestro almeriense ha sido uno de los poquísimos artistas españoles que ha pisado esas tablas, y lo ha hecho con la gira acústica que contiene los temas de su disco ‘Una noche en el teatro Real’, lo que convirtió el inmenso recinto en un lugar cálido e íntimo, e hizo sentir al público como en casa. Con un lleno casi absoluto, la gente se volcó en mostrar el orgullo que sienten hacia este grande que se está comiendo el mundo.

Bisbal hizo que los espectadores movieran las caderas al ritmo de Lloraré las penas o Ave María, aunque les privó de sus míticas piruetas. Tampoco se escucharon demasiadas palabras, simplemente las suficientes.

Esta actuación ha sido un gran paso para Bisbal, que se consolida como uno de los más importantes baladistas de hoy. Destacaron, pues, sus temas más románticos como Dígale, El ruido o clásicos como En un rincón del alma de Alberto Cortez y Te quiero dijiste de María Grever, acariciados con poco más que el sonido del piano y un octeto 
de cuerda.

Hubo también muchas sorpresas. No fue ni de lejos un concierto corriente. Algunos de sus colegas quisieron arroparlo en la grandiosidad del teatro: la primera fue Malú, con la que creó una unión perfecta de voces en Doy la vida. Otra de las grandes con una canción de las grandes: Pastora Soler ablandó el corazón de la audiencia con el mítico bolero Adoro. La siguió Rosario Flores interpretando Lucía de Serrat; no cabía más arte en ese escenario.

Emociones a flor de piel
El público no podía estar más emocionado y a más de uno se le escapó una lágrima: era inevitable con tanta historia de amor, desamor y esos manantiales de romanticismo. Cuando el auditorio quiso reponerse llegó Luis Fonsi: juntas las voces hicieron temblar los cimientos del Royal Albert Hall.

Mucho más relajado -el abrazo de sus amigos más queridos le vino bien-, Bisbal confesó que “había tocado el cielo como artista” y no paró de dar las gracias a los que siempre están ahí, apoyándole incondicionalmente.

Almería estuvo muy presente en toda la velada. De nuevo la calidez de la guitarra española irrumpió para dar paso a Al Andalus, dedicada a todos los andaluces que lo acompañamos en su gran noche. La noche en la que nuestro paisano se consolidó y demostró que es uno de los grandes de la música. Una noche en la que David Bisbal ha vuelto a hacer historia.







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