El Simpecado parte al Rocío con el Escudo de Oro de Almería

El pistoletazo de salida se había dado el pasado día 20 de abril, con el XXVIII Pregón Rociero que pronunció el sacerdote ejidense Ángel Becerra. Previo a este acto, el alcalde de Almería, Luis Rogelio Rodríguez, había impuesto al Simpecado de la Hermandad el Escudo de Oro de la ciudad, que este 2013 ya lucirá en la Aldea almonteña. Y ayer sábado, toda la maquinaria rociera se puso en marcha para ir en romería hacia la Blanca Paloma.

Eran las 10’30 de una mañana que hacía presagiar un día caluroso cuando el padre Esteban Belmonte, consiliario de la Hermandad del Rocío, subió al Altar Mayor de la iglesia de San Pedro para oficiar la Misa de Romeros. Allí estaban la hermana mayor, Raquel Criado, y su Junta de Gobierno, la presidenta de la Agrupación de Cofradías, Encarni Molina, los hermnos mayores de la Soledad y Santo Entierro, Javier Morcillo y Jorge Espinosa respec-tivamente, los ex-concejales Juan Megino y Miguel Cazorla así como representantes de otras entidades almerienses.

Recorrido por Almería
Tras colocar el Simpecado sobre la carreta de bueyes, sabiamente comandada por el boyero Francisco López, la comitiva se dirigió hacia la iglesia de Santiago. Allí realizaron la primera parada para visitar a la Virgen de la Soledad a la que el Coro de la Hermandad dedicó un canto. La cofradía entregó un ramo de flores al alcalde de carretas, Sergio Bosquet, quien lo depositó sobre la carreta al pie del Simpecado.

Entre cánticos rocieros y las tradicionales muestras de alegría, la comitiva ganó Puerta Purchena y bajó el Paseo de Almería hasta calle General Tamayo, para dirigirse al Santuario de la Patrona. En la puerta esperaban el herma-no mayor, Elías García, con su Junta de Gobierno portando la bacalá y otras insignias.
Los romeros entraron en el interior del templo y subieron al camarín de la Virgen del Mar para depositar a sus pies una ofrenda floral. El superior de los dominicos, fray Antonio Bueno, pronunció unas palabras de despedida a los romeros, el Coro rociero interpretó la ‘Salve mi Virgen del Mar’ y posteriormente los presentes cantaron a la Patrona el ‘Himno de la Coronación’.
Era la una y media de una tarde cada vez más calurosa, en la que el sol había despejado definitivamente las nubes y no vaticinaba ninguna inclemencia meteorológica, al menos en los primeros días de romería. En la Plaza Vieja los romeros realizaron un acto de convivencia hasta las 5 de la tarde, hora en que partieron hasta Guadix, donde pernoctaron la pasada noche.
Este jueves realizarán el paso del río Quema por el puente del Ajolí y llegarán al Rocío. Y el domingo será el día grande.