“El Papa se propone hacer llegar el grito de la naturaleza a la comunidad internacional”. Esta frase, pronunciada ayer por Adolfo González Montes, obispo de Almería y presidente de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe, podría sintetizar el espíritu de la encíclica ‘Laudato si’ del Papa Francisco, que se dio a conocer a mediodía de ayer en el Vaticano.
Al mismo tiempo, en el Auditorio diocesano Juan Pablo II de la casa sacerdotal de Almería, González Montes desgranaba algunas de las claves de un texto con el que Francisco ha abordado cuestiones relacionadas con el sentido de la ecología y con la teología de la creación. “Como la Tierra está profundamente amenazada por el modo de explotación que padece, el Papa quiere interpelarnos y nos dice: escuchemos el grito de la Tierra, prestemos atención a lo que la ciencia nos dice que está pasando: el cambio climático, el incremento de la temperatura del planeta...”.
Norte y sur
Para el obispo, ‘Laudatio si’ -que toma su nombre de las dos primeras palabras del ‘Cántico de las Criaturas’ de San Francisco de Asís, un referente para Bergoglio- critica asimismo el “enorme desajuste” entre el norte y el sur. “Algunos países son mantenidos en subdesarrollo porque son los países del norte quienes explotan la riqueza del sur. Tampoco hay que excusarles a ellos: allí hay élites dirigentes que se enriquecen cuanto más se empobrecen los demás”, dijo.
En la presentación del texto, González Montes afirmó que ‘Laudatio si’ quiere ser una “llamada a percibir la creación como un don del creador”. Por tanto, “Dios está en el origen y es la causa de este mundo universo, en el cual se produce el prodigio maravilloso de la vida, una biodiversidad que se encuentra en peligro”.
Al respecto, el obispo recalcó que la encíclica, que quiere ser “doctrina social de la iglesia”, no es un texto “simplemente ecologista” y que el Papa Francisco ha querido promover la idea de una “ecología integral”, ajena al “ecologismo militante de carácter ideológico”.
González Montes animó a educadores y catequistas a que tengan presente las palabras del Papa. “Los niños y los adolescentes pueden ir desarrollando una mentalidad nueva que quizás los adultos no somos capaces de alcanzar con facilidad. En la medida en que asuman principios morales que implican un nuevo medio de relacionarse con el medio vital, puede cambiar esta mentalidad”, concluyó.
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