Los grandes del Almería esperan su regreso

La Universidad de Almería respiró fútbol. En el Edificio Ciencias de la Salud, el CEDIFA entregó los diplomas de entrenador Nivel III (que permite trabajar en cualquier categoría), a 39 alumnos que tuvieron como maestro a José Martín Doblado. Fueron muchos años asistiendo a clase, aprendiendo de los sabios del balón, y entre los más aplicados estaba Fernando Soriano, el gran salvador del Almería esta temporada en Segunda División.

Llegó acompañado por su inseparable amigo Miguel Ángel Corona, que también se ha sacado el título, después de pasar casi todo el día en la sede del club planificando la temporada. Pero el fútbol de Almería tiene su historia, esos jugadores que marcaron época y que se han pasado a los banquillos para seguir vinculados al deporte de su vida. 

En familia
Cualquiera diría que han colgado las botas. Esteban Navarro, que marcó el primer gol en el Estadio Mediterráneo ante el Córdoba, Antonio Fernández (Moreno), clave en la fase de ascenso a Segunda A en 2002, y Jorge Peralta, incansable en la banda, charlaban a su entrada a la Universidad recordando aquellos partidos en el Juan Rojas. Más tarde, el eterno capitán José Ortiz Bernal, que portó el brazalete del primer ascenso de la UD a la élite, se dispuso a recoger su diploma para poder entrenar a cualquier equipo. 

El momento cumbre, ya con los asistentes dentro de la sala de conferencias, llegó con última charla de José Martín Doblado a sus alumnos. No perdían detalle. Todos en silencio escuchando sus palabras, porque como recordaba el presidente de la FAF, “en esta profesión no hay que echarle la culpa al jugador ni al árbitro, y estáis preparados ante cualquier circunstancia del partido. Sois los que debéis hacer que el deportista se sienta seguro en el campo, que sepa lo que debe hacer en cada momento. Así, os daréis cuenta de lo bonito que es este mundo”.

La entrega
Pedro López Galdeano, Amador Andrés, Martín Doblado, Juan Carlos Cintas (FAF), y Pedro Núñez (UAL), entregaron los títulos a los allí presentes, ya que muchos no pudieron acudir por motivos laborales. El último nombre de la lista era el de Fernando Soriano Marco. La sala de puso en pie para aplaudirle por su valentía para hacerse cargo del Almería en un momento crítico y lograr la permanencia. Emocionado, se volvió a sentar junto a Corona e intercambiaron opiniones sobre la orla.

Capitanes
Los nostálgicos habrían disfrutado de lo lindo en la Universidad. Ver charlar de nuevo a los Peralta, Esteban, Moreno, Corona, Soriano, Ortiz... Con el paso del tiempo van quedando más lejos aquellas tardes de domingo en el Juan Rojas o en el Mediterráneo, cuando se batían el cobre sobre el terreno de juego. Ahora su leyenda va a continuar, pero en los banquillos. Podrán colgar las botas, pero el fútbol sigue corriendo por sus venas.