Es uno de los jugadores con más carisma del deporte en Almería y también de la Superliga Masculina de Voleibol. Se llama Francisco José Sáez Casado, aunque todo el mundo lo conoce como ‘Curro’. Ha llegado a la élite gracias a Unicaja y ha repasado con LA VOZ y Cadena SER toda una vida llena de experiencias y siempre con alegría.
Actúa como líbero junto a Paquillo Fernández y se encarga de levantar el ánimo de los compañeros y de la afición del Moisés Ruiz cuando más complicado se pone un partido. De hecho, es casi misión imposible hablar con Curro sin que saque la mejor de sus sonrisas. Una persona cercana, con los objetivos muy claros en la vida y que disfruta cada momento al máximo.
Fútbol
Los primeros pasos en el deporte de Curro Sáez fueron en el mundo del balompié. Con Juan Magaña de presidente y Víctor Castillo en el banquillo, el mítico Surbús compitió con los mejores equipos de Andalucía y de España en la pista. Él formaba parte del plantel y recuerda sus inicios con emoción: “Empecé jugando al fútbol, que era mi pasión. Con Víctor Castillo de entrenador nos quedamos terceros de España de fútbol sala enfrentándonos al Real Madrid de Morata y compañía”. Sin embargo, el voleibol le llenaba más y decidió dejar las zapatillas de fútbol para meterse en un mundo completamente distinto: “Al final el corazón tira, probé, y aunque el partido de pachanga con los amigos no falta en verano, desde infantiles estoy jugando en la Obra Social de Unicaja al voleibol y es un deporte que engancha”.
Campeón
El voley tiene muchas licencias en Almería, por lo que es una de las modalidades más practicadas. Curro continúa su viaje por el pasado y explica que no concibe su vida sin pelear en la pista para que la pelota no toque el suelo: “En juveniles de Unicaja fuimos campeones de todo, jugamos también en Europa... La vitamina que te da el voleibol es una pasada”.
Su padre, Francisco José Sáez, es presidente de Michelin Mintonette, con el que también compitió, y Curro abre su corazón para hablar de sus seres más cercanos y queridos. Por su forma de ser la familia es un ejemplo de felicidad, de unión, y para él es un honor jugar en Unicaja con los suyos en la grada aplaudiendo los puntos: “Mi padre, mi madre, mi novia... Toda la familia es fundamental. Después de cada entrenamiento hablamos y aunque parezca una tontería es mi desahogo. Mi padre es voley, fútbol, deporte... Verle en la grada me da más motivación. Son mis referentes”.
Profesor
Poco descanso tiene durante el día Curro Sáez. Por la mañana es maestro y cuando llega la tarde se pone manos a la obra con el voleibol. Es aquí donde el almeriense explica que es un “privilegiado” por cumplir dos objetivos a la vez: “El voley es mi hobby, porque mi trabajo es ser profesor. De lunes a viernes estoy dando clase en El Milagro. El día que pierda las ganas y la motivación seré yo mismo el que dé un paso al lado en el deporte, pero de momento me lo paso en grande y tengo fuerzas”.
Tan querido en un pabellón como en el colegio, Curro cuenta una de las anécdotas de la pasada edición de la Copa del Rey: “Los alumnos/as alucinan. Retransmitieron la Copa del Rey y pararon la clase para verme jugar, los padres me mandaban mensajes... Normalmente un deportista se dedica solamente a su disciplina y no hace dos actividades”. Y se dirige al resto de compañeros de la docencia: “Gracias, porque cuando ha habido un partido importante con Unicaja me han permitido viajar en la medida de lo posible”.
Retos
Se acerca el final de la entrevista y Curro está disfrutando, y es que para el líbero de Unicaja es importante marcarse unos objetivos a corto plazo para no bajar ni un ápice la ambición: “Hace dos años soñé con jugar en Superliga, y lo cumplí, y hacer un punto. Lo conseguí, así que por pedir un título con el club de mi vida, Unicaja Almería”.
Manolo Berenguel lo quiere en su plantilla por lo que transmite al grupo: “Quizá sea un jugador medio notable, no me echo flores. Mi función en el equipo es que nadie dude de sus posibilidades. Mis compañeros son los mejores que hay y les voy a apretar en los entrenamientos y en el partido. Son como mis hermanos”. Cuando no hay clase ni voleibol, ¿dónde se pierde Curro Sáez?; “Soy una persona de casa, de pasar tiempo con mi novia y mi familia. Como haya un puente sin voley normalmente suelo viajar”. Curro, un tipo entrañable.
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