Diálogo con una moto

Por petición de los protagonistas, la historia tendrá nombres, pero apellidos. Ellos son Paco y Juan. Dos almerienses que comparten una misma pasión: las motos antiguas. Almería es una tierra perfecta para salir los fines de semana -en especial los domingos-, darse una vuelta por la provincia, parar en cualquier pueblo a tomar un café, y a mediodía almorzar con la familia. El clima y las carreteras invitan a ello.

Este 'diálogo con una moto' tiene a Paco como gran protagonista. Le encantan las motos antiguas y dice que no termina de adaptarse a los nuevos tiempos del mundo de las dos ruedas. Como él, cientos de almerienses. En el garaje de casa ha pasado horas y horas arreglando una Montesa Impala que tiene 50 años. No le importaba acabar a las dos de la madrugada y pasar un día entero buscando fallos, limpiando el asiento o comprobando que el arranque es perfecto.

Una historia

La pasión por el mundo de las dos ruedas y con esta Montesa Impala que tiene medio siglo la comparte con Juan y también con todos los lectores digitales de LA VOZ de Almería. En este diálogo con una moto, es ella la que le habla a su dueño.

"Hola amigo Juan. Como no puedo comunicarme contigo, lo hago a través de Paco, que me ha dado otra oportunidad de hacer feliz a la gente. No me gusta que me traten con brusquedad. Ahora arranco fácil a medio pedal y sin ser cebada. Cuando me pares cierra el grifo de la gasolina y cuando esté arrancada lo vuelves a abrir".

"Me gusta estar siempre limpia. Cuando me conduzcas hazlo tranquilo. Si te sientes bien y el día es propicio correremos todo lo que quieras. Prometo no dejarte tirado en el camino y si fuera necesario llevarte al fin del mundo. Espero que algún día pueda comunicarme contigo igual que lo he hecho con Paco. Salud y amor".