El ‘Cíborg Asensio’ llega a su consolidación viviendo deprisa

Hace un año se anunció su fichaje y nada de lo que se predijo en su momento no se ha visto cumplido. Es más, se puede decir que a Raúl García, conocido en el voleibol de las categorías inferiores como ‘Asensio’, se presentó entonces en la élite ‘viviendo deprisa’. Le ha pasado de todo en la temporada de su debut, desde “llegar y besar el santo”, una expresión que él mismo utiliza, pero aplicada al final de la historia por ser campeón en su primera Superliga, hasta tener que pasar por la dureza de una lesión grave que lo apartó de las pistas durante unos meses. Tenía 18 años y un potencial tremendo. Ahora, con 19 cumplidos y la mochila verde llena de vivencias, mira cara a cara a su consolidación.

Raúl García ‘Asensio’ se gana su renovación a fuerza de sacrificio y humildad, algo que Manolo Berenguel valora incluso por encima de su calidad física y técnica. La persona es callada, amable, respetuosa, inteligente y hambrienta de aprendizajes. El jugador es… exactamente lo mismo, pero añadiendo su condición atlética extraordinaria para asemejar a un ciborg que ejecuta lo que su entrenador le pide. El míster lo arropó desde el principio y ‘Asensio’ no falló, yendo al equipo titular a suplir las bajas de dos tipos bastante curtidos como Marlon Palharini y Javier Jiménez. Se puso al lado de Juanmi González y debutó firmando 8 puntos con tres saques directos y dos bloqueos, con un 80% de recepción.

Así empezaron la fase regular Unicaja Costa de Almería y Raúl, ante Léleman Valencia y en el Moisés Ruiz, ‘jornada uno’ de una larga lista de compromisos juntos, seguro, que, por ahora, ya afronta su segunda temporada: “Permanecer un año más en el club de mi tierra me llena de alegría; defender estos colores simplemente es algo muy especial para mí y estoy orgulloso de estar en los planes de este equipo, así que no veo el día en que volvamos al Moisés Ruiz a representar al club más grande de toda España”. Así es como valora su renovación a bordo del proyecto ahorrador, insistiendo, “defender a Unicaja es defender mi casa, mi gente”, asegura de modo textual pensando que habrá algo nuevo.

Y sí, jugará su primera Supercopa de España por la condición de campeón de Superliga, teniendo como bagaje igualmente haber llegado hasta la final de la Copa del Rey y haber iniciado su historia acariciando un título que perdió. Eso es aprendizaje, claro, saber todo lo que cuesta levantar un trofeo, aunque su ambición es máxima para no dejar de intentar retos: “Estoy seguro de que no va a haber ningún título que se quede por luchar en esta temporada”. Hay que defender el de Superliga y hay que ir a por todas: “La grandeza de este club habla por si sola; estamos exigidos a ganar todos los títulos año tras año, y por eso sé que el equipo que se formará será muy competitivo y con garantías de estar ahí”.

Eso sí, el factor humano fue determinante para su idílico aterrizaje en la élite: “Me quedo del año pasado con la gran acogida por parte de todo el equipo en mi primera temporada, sin olvidar el merecido título de liga que conseguimos ganar en lo que fue mi debut en la competición”. Ahí es donde pronuncia el antes referido “llegar y besar el santo”, porque a la lesión le otorga muy poca importancia. Era la jornada 2 de la fase regular y en Melilla, ante Giustiniano, fue a bloqueo con la mala fortuna de sufrir una fractura en el dedo. Ante la adversidad, mirada al frente, apretar los dientes y ponerse en manos del staff médico del club y de la cámara hiperbárica del Hospital HLA Mediterráneo, acortando plazos.

Como detalle, el ‘niño’, titular por segunda vez, saliendo por zona 4, firmó hasta que cayó lesionado en el primer set 4 puntos, con dos saques, un bloqueo y otra exhibición de una pasta especial que le permitió sacar adelante con nota un rol no correspondido. Luego el curso puso a Melilla precisamente como el adversario en las finales, teniendo que sufrir en un recorrido duro, porque el nivel fue alto. Es lo mismo que se espera en los próximos meses: “Todos los equipos siguen en una muy buena sintonía respecto al pasado año y se están realizando refuerzos de muy buena calidad, así que no lo van a poner fácil”. No lo duda: “Bajo mi perspectiva, creo que va a ser una liga muy igualada de nuevo”.

La defensa de título será al menos igual de complicada que la conquista previa, “nosotros somos los actuales campeones, pero estoy seguro que ningún equipo va a regalar nada”, sintiéndose fuerte en el templo ahorrador: “Jugar en el Moisés Ruiz siempre nos supone un plus, ya que tenemos una gran afición que siempre nos brinda un apoyo incondicional”. Ha sido una de las claves principales que el joven virgitano más valora, y sobre la que de nuevo sitúa su ilusión, que le hace apostar todo al verde: “Las expectativas colectivas no son otras que optar a ganar todos los títulos que disputemos este año, tal y como el club se merece”. Son las más importantes para él, las que hablan del éxito colectivo.

Sin embargo, y dada su juventud, se pone ‘tarea’ que cumplir en esta segunda aventura: “Las expectativas individuales pasan por que quiero seguir aprendiendo de los mejores jugadores, que son los que tiene este equipo, empaparme de aprendizaje y, por qué no, en cierto modo redimirme de la lesión del año pasado”. El saber estar dentro y fuera de la pista es algo que lleva a gala este receptor caído como una joya en el seno de Unicaja Costa de Almería desde las manos de Paco Galafat. También imagen de referencia para los chicos de la cantera, la consolidación de Raúl García ‘Asensio’ es una buena noticia para el voleibol español en general, encima en medio de una Superliga de alto nivel.