Almería abre sus puertas al mar

Bajo el título genérico de “La Ciudad abriendo las puertas al Mar”, comienzan mañana unas Jornadas especialmente interesantes que están llamadas a marcar un antes y un después en la configuración urbana de Almería. El encuentro, que servirá además como marco para la firma del esperado convenio Puerto-Ciudad, están organizadas por el Ayuntamiento, Autoridad Portuaria y Fundación Bahía Almeriport, y van a contar además con la presencia del Presidente de Puertos del Estado, José Llorca. Como he dicho más de una vez, este proyecto es la llave que abre la puerta del S. XXI a nuestra capital. Y ese futuro no puede escribirse sin el puerto. Creo que no me equivoco si digo, como portavoz de los almerienses, que nuestra ciudad debe recuperar la permeabilidad con su puerto y hacer de esa confluencia un factor de crecimiento urbanístico y de fomento de la actividad económica de muchos sectores. Significativamente, el futuro de nuestra capital va a llegar –otra vez- por el Puerto, rada natural en torno a la que fue formándose esta ciudad que fue llamada inicialmente Portus Magnus por los romanos. Es nuestro deber, pues, trasladar ahora al conjunto de la sociedad almeriense la convicción de que es posible que Almería y su Puerto formen un conjunto de proyección comercial, cultural, de ocio y de negocio, vital no sólo para la capital de hoy, sino para la del futuro inmediato. Una vez en marcha, el  proyecto Puerto-Ciudad nos va a permitir ver Almería desde nuevas perspectivas: desde la relación que vincula a la obra pública con la Cultura, la Historia, el Turismo y el Ocio y también desde la necesidad de superar interferencias entre el puerto y su ciudad, para acabar siendo factores que se complementan y enriquecen mutuamente. Le invito, por tanto, a que aprovechen cualquiera de sus conferencias, charlas y debates para acercarse y conocer más a fondo la realidad de un proyecto de presente que está lleno de futuro, y de un buen futuro además, para nuestra ciudad. Personalmente, me siento muy identificado y muy esperanzado en lo que supone este proyecto para Almería, y creo que no me equivoco si digo que todo va a salir bien. Y no lo digo por el simple optimismo, sino porque partimos de un razonable equilibrio basado en el conocimiento de nuestras fortalezas y debilidades y, sobre todo, porque todos compartimos la idea de que integrar el Puerto en el discurso urbano, turístico, comercial, cultural y social de Almería, no sólo es bueno para Almería: es irrenunciable.