Hace calor, pero no mucho

Jose Fernández
23:58 • 27 jun. 2017

El tiempo, que ejerce su maestrazgo de supremo bromista a lo largo de los siglos, ha querido que el magnífico Palacio de San Telmo, edificio sevillano que en el S.XVII fue proyectado y usado originalmente como Universidad de Mareantes (escuela de pilotos para la Flota de Indias) haya acabado siendo, después de diferentes usos, sede del Gobierno Autónomo Andaluz. La Junta de Andalucía, vamos. Y de aquellos primeros mareantes, han pasado a pisar sus bellas solerías (restauradas, por cierto, con mármol italiano de Carrara y no almeriense de Macael, por muchos golpes de pecho metropolitano que se quieran dar ahora los altos cargos de la Junta en Nueva York) los actuales mareantes, inquilinos que de tanto dar vueltas sobre su propio discurso de éxito imparable, han acabado necesitando ingentes dosis de biodramina editorial que, con modesto sentido filantrópico, intentamos administrar unos pocos para aliviarles los vértigos. Y lo cierto es que la ola de calor está haciendo estragos entre los cargos y cargas del ejecutivo andaluz, que andan entre el sofoco y el vahído, evaporando majaderías y ocurrencias de alcance planetario. Y como antídoto del ardiente lorenzo, dos apuntes de torrencial frescura: el primero, el del delegado de Educación de Huelva, Vicente Zarza, que rechazó la instalación de aire acondicionado en los colegios porque –señaló- “podría dañar a nuestro planeta.” Y en la misma onda expansiva, la nueva Consejera de Educación, Sonia Gaya, que en una información publicada en LA VOZ, dio muestra del febril desempeño de sus meninges: “En los colegios de Almería –dijo- hace calor, pero no mucho.” Y se quedó tan fresca. Un apunte final: ambos cargos pertenecen al PSOE, partido que en Almería exigía hace unos días la instalación de aire acondicionado en el Mercado de Los Angeles. Francamente, no se entiende. En ese mercado hace calor, sí, pero no mucho.







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