Que la Semana Santa es objetivamente buena para la ciudad es algo que nadie podía poner en duda. Se palpaba en la calle durante su celebración, hablando con comerciantes, con hosteleros, con hoteleros y con los propios miembros de las hermandades y cofradías. Pero lo que era una percepción fundada, es ahora una rotunda afirmación avalada por el estudio encargado por el Área de Promoción de la Ciudad del Ayuntamiento de Almería a la Universidad y al Colegio de Economistas.
Los resultados, que conocíamos estos días, no pueden ser más clarificadores: La Semana Santa almeriense genera en la capital un impacto económico de casi 11 millones de euros. Es decir, la inversión municipal y de las propias cofradías es devuelta con creces por quienes pernoctan, comen, cenan o compran en los establecimientos almerienses esos días. El turista que visita nuestra Semana Santa es joven, nacional, ha llegado a la ciudad por carretera y viaja en pareja o en familia, buscando principalmente el descanso y el buen clima, según revela el estudio.
Cada Semana Santa, los almerienses salimos a la calle a admirar la belleza, la creatividad y la devoción por las tradiciones que transmiten, en cada paso y en cada procesión, todas y cada una de las 26 Hermandades y Cofradías de Almería. Más de 15.000 cofrades trabajan durante todo el año para hacer de esta semana una festividad llena de tradición, pasión, y cultura y quienes no nos conocen se encuentran con una ciudad llena de alicientes, en la que son bien recibidos, donde se come bien y a buen precio, con un clima casi garantizado y en un entorno natural envidiable, y con una fiesta muy arraigada que rezuma fervor popular en cada rincón al paso de sus procesiones.
Ahora, con datos en la mano, debemos continuar mejorando nuestra Semana Santa. El siguiente paso, conseguir su declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional. Ya estamos en ello. No tardará en llegar.
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