Un pacto no tan oculto

La consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, Rocío Blanco Eguren, ha sido incapaz de responder en el Parlamento andaluz a la pregunta que en este momento se hacen muchos andaluces y andaluzas: ¿Qué va a hacer con los planes de empleo y el resto de medidas que estaban en trámite para para luchar contra el paro? 

Lamentablemente, Blanco Eguren no ha alcanzado a decir si su departamento va a seguir impulsando estas políticas o se van a plegar al discurso involucionista de su socio reaccionario en la sombra. Y todo tiene más pinta de lo segundo que de lo primero, puesto que a pesar de que Ciudadanos se las da de independiente, la realidad es que ha pasado a ser un partido político tan dependiente como aquella canción de Pau Donés: Depende, de qué depende, de según como se mire, todo depende… 

El partido de Rivera, Marín y compañía reniega de Vox en público, pero en privado…ah, en privado ya es otra cosa. Marta Bosquet es presidenta del Parlamento por los votos de Vox y la Consejera de Empleo ha asumido esa responsabilidad gracias también del apoyo de Vox al nuevo gobierno. El sr. Díaz Robledo, también de Ciudadanos, es miembro de la Mesa del Parlamento porque así lo pactan con Vox y el sr. Alcaraz es senador por Vox porque Ciudadanos lo vota. Por último, la Sra. Gil Román, -diputada por Vox-, es presidenta de la Comisión de Cultura, con competencias en materia de Memoria Histórica, porque los diputados autonómicos de Ciudadanos la han votado. Y así todo.  

Entre tanto, cada día asistimos a una nueva ocurrencia de los gobiernos de las tres derechas en la Junta de Andalucía y poco a poco se va descubriendo que todo era una gran mentira: No habrá́ bajada masiva de impuestos y no crearán 600.000 nuevos empleos. A lo que sí le van a meter la tijera es al empleo público, al recortar mil plazas en Educación con respecto a la oferta del anterior Gobierno socialista. 

Estas medidas se están tomando en medio de un extraordinario caos. La estructura y nombramientos del Gobierno de las derechas está convirtiendo a la Junta de Andalucía en una auténtica anarquía organizativa. PP y CS presumen de eficiencia y lo único que están demostrando es su desconocimiento absoluto de los procedimientos administrativos, algo que resulta temerario en unos representantes públicos. Y lo peor de todo es que están usando a la Junta de Andalucía como tablero de juego de sus ambiciones partidistas, sin importarles lo más mínimo que sea una Administración útil para mejorar la vida de los andaluces y andaluzas.