No tenemos la posibilidad de compararlas con otras Semanas Santas, no se presentó Ramón a alcalde en las anteriores elecciones, pero este año, si el señor Pacheco es cofrade y siente la pasión, habrá disfrutado como un (ya saben ustedes). No se ha perdido una salida. La envidia que ha debido pasar don Miguel Cazorla, que éste sí que es un cofrade de pro de nuestra Semana Santa, cuando haya visto, revisto y requetevisto (por las veces que ha repetido la Tv que le pagan los almerienses al señor alcalde) al joven Ramón llamando a los costaleros para que lanzaran al cielo de nuestra hermosa Almería a Cristos y Vírgenes de las distintas cofradías almerienses. ¡Al cielo con ellos! No sé lo que piensa doña Adriana Valverde del PSOE o lo que se le debe ocurrir a Amalia Román y nos lo colgará en las redes, pero a mí me ha parecido de una desvergüenza política lo que ha hecho el grupo popular, con su alcalde de capataz mayor en cada procesión de la Semana Santa.
Me ha parecido un abuso de poder el que se ha hecho con la imagen del joven Ramón durante estos días. Si el camino de la Tv municipal de Almería que nos ha ofrecido durante las procesiones, con el alcalde de capataz y cristo mayor en todas las salidas, va a ser el camino de futuro del canalillo sevillano, hemos salido de “soponcios” socialistas y nos vamos a meter en “pilates” populares.
Cuando en algún pleno la oposición le eche encara al señor alcalde lo que sin lugar a dudas ha sido una afrenta política a los demás portavoces de la oposición, algunos de los monaguillos-costaleros de Ramón, les dirán que ellos lo están haciendo en Canal Sur y ahora en TVE. Y no les faltará una importante parte de razón en la contestación, pero llegaremos a la triste conclusión de que los dos grandes partidos hasta el momento, ya veremos lo que ocurre el veintiocho, son tal para cual. Dios los cría y ellos se aprovechan en Semana Santa o cuando haga falta de la Tv que pagan todos los ciudadanos. Tras lo visto, creo que la Semana Santa de Almería debe hacer capataz mayor y honorario a Ramón Fernández y Pacheco.
Tampoco sería descabellado una cofradía, el Cristo de la tristeza. Cuentan que su única pena es que no ha podido usar el martillo en el Cristo del Perdón. No lleva. Alguien me asegura que si llevara tampoco se lo habrían permitido.
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