Los disputados votos de los indecisos

Julia Navarro
01:31 • 26 abr. 2019 / actualizado a las 07:00 • 26 abr. 2019

Serán los indecisos los que determinen el color del próximo gobierno. Y es que según los estudios demoscópicos aún hay un buen número de ciudadanos que no saben a quién votar. Bueno, o a lo mejor muchos lo saben pero no lo dicen. Sin embargo creo que en estas elecciones  los políticos nos lo han puesto muy difícil.


Los debates en televisión entre los candidatos, con excepción de Pablo Iglesias, han sido una versión política de programas de esos de entretenimiento llamados del "corazón". Yo no sé ustedes pero a mi me daban ganas de decir aquello de "que paren que me bajo". Solo Pablo Iglesias supo estar a la altura de lo que se espera de un político que es defender su proyecto sin necesidad de insultar a nadie. El proyecto de Podemos puede o no puede gustar, será creíble o increíble, pero al menos en los dos debates Pablo Iglesias tuvo el acierto de tratar como adultos y con educación a los ciudadanos.


Si mi abuela viviera y hubiera visto el debate y cómo se las gastaban Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Casado habría calificado el debate de "pelea de verduleras" con perdón para las verduleras. En cualquier caso son muchas las personas que se debaten en qué votar el día 28. Y sin embargo estas son unas elecciones cruciales. Para muchos votantes la aparición de VOX supone algo mas que un sobresalto. Hace unos meses era inconcebible que un partido de derecha extrema pudiera irrumpir con posibilidades de obtener representación y sin embargo aquí está VOX.



Pero si la aparición de VOX a muchos nos produce un sobresalto no menos sobresalto supone el intentar vislumbrar cómo se va a abordar el problema catalán. El que los líderes de los partidos establezcan cordones sanitarios sobre los rivales, hace pensar que estamos ante unos dirigentes políticos más preocupados de sus intereses cortoplacistas y sus ambiciones de poder que por resolver los problemas de la sociedad. En política es imprescindible el diálogo y que Albert Rivera haga profesión de fe de que jamás de los jamases se sentaría a negociar un gobierno con Pedro Sánchez, y que Pedro Sánchez afirme lo mismo sobre Rivera, lo que demuestra son las deficiencias políticas de ambos. En fin que nos jugamos mucho el 28 de abril. Ojalá seamos capaces de acertar.





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