Los políticos esperan llegar a una solución viable para la central

¿Se acuerdan ustedes de las reuniones de estos o parecidos políticos ante el cierre de la cementera de Gádor de hace un año? Sí, ¿verdad? ¿Y qué? Como los señores estaban a punto de iniciar una campaña electoral y no querían problemas, todo fueron promesas. Se dejó sobre la mesa el estudio de soluciones para final de año. Los trabajadores de la fábrica se fueron a aquellas navidades con la solemne promesa de la propia presidenta de la Junta de que se trabajaría con todas las fuerzas para darle una solución a sus empleos. ¡Carbón, carbón! Un polo de desarrollo, no sé cuántas empresas se iban a montar y encima se ganaba en puestos de trabajo. ¿Dónde están? ¿Qué se vienen encontrado los gadorenses al final del camino por ahora? ¡Carbón, carbón! Y es el carbón el que pone ahora en peligro los puestos de trabajo de más de doscientos hombres y mujeres en Carboneras. Tenemos elecciones en menos de un mes y los políticos no han tardado en reunirse con la intención de parar las protestas de unos trabajadores, un pueblo, de los sindicatos y hasta la de los ecologistas, que no ven muy claras las intenciones de la empresa para la térmica. A los trabajadores de Gádor les pusieron ¡carbón, carbón! en las fiestas de la pasada navidad ¿a los de Carboneras se lo quitarán en las próximas? Dichoso carbón. Acaba de declarar el consejero de Junta, Juan Bravo, que espera llegar a una solución viable para la central. Dentro de unos días les dirá a los carboneros que están presionando para que esa solución llegue cuanto antes. Al ser las elecciones el 10-N no esperen antes el arreglo prometido, lo primero para ellos es la campaña y los votos a conseguir y para ello hay que darle largas a una solución, porque si esta llega no va a satisfacer a todas las partes. Si lo lograran, si fueran capaces de encontrar esa alegría prometida y comprometida con los protagonistas y sus puestos antes del diez, sería la gran sorpresa política del año, qué digo del año, del siglo. Tengo una reserva y deseo compartirla con ustedes, no estoy seguro de que en esas medidas a tomar y que vengan a arreglar los problemas del carbón en Carboneras tengan a los trabajadores como los auténticos protagonistas. Lo vimos y lo vivimos en Gádor y ya veremos si no se repite en el paisaje de Carboneras.