Despidos, querellas, cortes de agua y devolución de sueldos

A los trabajadores de la central de Carboneras se les ha anunciado su San Martín. Las recolocaciones, traslados o jubilaciones se han hecho presentes en el pueblo y en las familias. ¿Llegarán los despidos? ¿Dónde están los planes y promesas de los políticos nacionales, regionales y locales? Reuniones, caras compungidas (saben ponerlas cuando hace falta), promesas ante los sindicatos, y al final ¿qué? ¿despidos? Anunciamos en su día lo que podía ocurrir, era el calco de lo sucedido en Gádor, y qué rabia da acertar en estas cuestiones tan básicas para las familias afectadas. Pero, como no afectan a los políticos y sus sueldos, miel sobre hojuelas y a seguir con la cara de pena. Otra historia. ¿Qué estarán pensando los ediles del PSOE de Albox que estuvieron entre el 2015 y 2017 si ahora tienen que devolver lo cobrado en esos dos años? El ayuntamiento en pleno ha aprobado el que esos 400.000, cobrados ilegalmente según sentencia de la justicia, sea devuelto a los vecinos. Es la primera vez que un político tiene que devolver lo cobrado. ¿Cuándo los políticos van a devolver el resto de los dineros que no sabemos cómo se lo han gastado y si se lo han gastado? Vamos, señores jueces. La aventura vivida por los socialistas de Albox aún no está cerrada por lo que se cuenta, el seguir los deseos y necesidades de un solo hombre le viene costando al partido votos, pero ahora, y eso sí que sienta como una coz en la espinilla, les puede costar a unas familias el tener que devolver un dinero cobrado y es de imaginar que gastado. Siguieron al flautista de Albox como niños y el abismo se abrió ante ellos, el político y el económico. ¿Se puede tener a vecinos de Las Canicas sin agua durante quince días por un corte de la alcaldesa de Cantoria y que la señora no esté detenida en el cuartelillo de la Guardia Civil? En este país se puede. Quince días por el capricho de una alcaldesa que debe creer que Cantoria es su cortijo y que corta el agua a los vecinos si le da la gana. ¿Y qué hace la justicia? Dirá que no se ha enterado, lo que dijo el subdelegado del gobierno con los robos en la comarca, que no se habían denunciado. A Miguel Ángel Castellón le ha salido un marrón. Una querella por lo penal con su nombre y apellidos corre por los pasillos del palacio de justicia.