Queridos “Reyes Magos”, soy un enfermero, y aunque no lo he consensuado con nadie, puedo asegurar que los sanitarios pedimos lo mismo que me atrevo a proponer. Sé que los “Reyes Magos” son los padres, o en nuestro caso, tenemos tres “Reyes Magos” a los que pedir nuestros deseos. Que van más allá de ser un deseo para convertirse en una necesidad perentoria.
Al “Rey Mago de la política”, le pedimos UNIDAD. La misma que hasta ahora no han demostrado para nada. Unidad para CONSENSUAR (que verbo más difícil de utilizar para quienes buscan constantemente rentabilidad partidista y partidaria). Consensuar no es buscar mayorías en las que ampararse, sino buscar los puntos de encuentro posibles y actuar en esos puntos JUNTOS COMO UNO SOLO. Durante esta larga y dura pandemia, hemos asistido a una coral que distorsiona demasiado. A lo que decide un Gobierno (Central o Autonómico), la oposición se opone por sistema. Incluso cuando es contradictorio lo que se dice y lo que se hace en función de en qué lugar se encuentre cada partido en cada momento y situación.
Si la derecha gobierna toma las decisiones que critica donde gobierna la izquierda y viceversa. Una “porrusalda” como muy bien definió un político vasco en el parlamento (por otros motivos). Por lo tanto, dado que LAS VIDAS, de muchos ciudadanos y las nuestras también corren grave peligro, EXIGIMOS ESA UNIDAD. Por favor, queda demasiado tiempo para las elecciones. Y además, los ciudadanos no pensamos olvidar todas estas afrentas absurdas y estas peleas sin sentido y en las próximas elecciones así lo haremos saber, pero ahora es tiempo de UNIDAD.
Al “Rey Mago de las Direcciones de los Servicios de Salud”, les pedimos menos homenajes y menos estatuas y más DIGNIDAD Y RESPETO POR LA LABOR DE LOS PROFESIONALES DE LA SANIDAD. Tenemos a los mejores profesionales de la sanidad pública del mundo, pero con los peores recursos materiales; los peores pagados; y los más despreciados. Yo trabajo en la sanidad andaluza, y a ella me voy a referir, pero es extensible a todos los Servicios de Salud del Estado Español. Tenemos sueldos de miseria. Un médico dedica, después del bachiller, un mínimo de 10 años para alcanzar su formación que le permita trabajar como médico. Y en cualquier país del mundo, donde se rifan a los médicos y a los enfermeros de España por su alta cualificación formativa, les pagan exponencialmente más.
Trabajan menos horas, se les hace fijos nada más llegar a los sistemas de los diferentes países. La realidad española es la siguiente: faltan profesionales; las oposiciones se realizan tarde y se resuelven tras varios años. Un trabajador de la sanidad pública andaluza tiene oposiciones cada 3-4 años, y se resuelven pasados un mínimo de 2-3 años. Si alguien puede explicar tal desmán y no ruborizarse que tenga la valentía de hacerlo. La bolsa de contratación del Servicio Andaluz de Salud, tenía que haber salido baremada antes del verano pasado, pues estamos acabando el fatídico 2020 y todavía no se sabe ni cuándo saldrá (ni está ni se la espera): la excusa la pandemia: digo yo, que si todo el mundo ha trabajado, bien desde su puesto o en teletrabajo, esa excusa es inaceptable.
A nosotros se nos antoja más bien un DESPRECIO ABSOLUTO por los profesionales que están inscritos en la misma, y de esa forma realizo contratos a mi antojo y libre albedrio. Así que se hace urgente que regulen de una vez por todas la OBLIGATORIEDAD de cumplir plazos razonables para cada año tener bolsas de trabajo baremadas en tiempo y forma; Oposiciones todos los años que se resuelvan el 1-2 meses; y Concursos de traslados que permitan organizarse la vida de las familias y que también se resuelvan en 1-2 meses. Y por supuesto, salarios dignos. Cobramos muy por debajo de lo que cobran el resto de trabajadores públicos. Porque para ganar algo decente de nómina tenemos que realizar una inmensidad de guardias por encima de nuestra jornada de trabajo habitual.
Por último, a “los Reyes Magos de la ciudadanía”, respeto y colaboración con nosotros. Es cierto que la mayoría de los ciudadanos nos ven como sus iguales (que es lo que somos realmente), y como gente que está para ayudarles. Pero hemos pasado, para unos pocos, de los aplausos del mes de marzo, abril y mayo, a los insultos y desprecios habituales antes de la pandemia. Pero lo que más nos preocupa es sobre todo que tenemos que ser conscientes de la necesidad de respetar al máximo las normas para luchar contra la pandemia por el bien de todos. Y, que cuando llegue el turno de cada uno, seamos todos responsables y no pensemos en los posibles problemas personales sino en el bien común, y nos vacunemos sin dudarlo. El riesgo coste-beneficio, es sin duda muy favorable al beneficio común y general.
Estas son nuestras peticiones para el 2021. Supongo que como todos los años caerán en sacos rotos y del olvido, pero ya que tanto se habla de nosotros, es bueno que la sociedad conozca nuestras realidades. Además, todo lo que decimos es constatable: desde los medios a nuestra disposición en todos los centros de trabajo, como nuestras nóminas: la miseria que suponen las horas de guardia en cualquier punto de urgencias (entre 10-12 euros limpios la hora de un enfermero y 17-18 de un médico, o los 2 euros de un celador), pasando por el número de agresiones recibidas por trabajadores de la sanidad pública desde el verano hasta ahora.
Feliz año 2021 para todos y que nos colme de salud y prosperidad.
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