El borrador de nuestra historia

Quizá no me crean, pero detrás de muchas de las historias que abren los informativos de las tres de la tarde y las portadas a cinco columnas de los periódicos de ámbito nacional, hay un periodista local. Y no es que yo nos quiera atribuir ningún mérito de más. Simplemente nuestra razón de ser es estar ahí, pegados al terreno, hablando con los vecinos, desgastando la suela de la zapatilla. Porque nunca ha sido lo mismo escribir una información que te han contado por teléfono o has visto en Facebook que mirar a los ojos de su protagonista y ver cómo respira. Empatizar con su situación y comprender sus problemas. De ahí que sea un clásico que los grandes medios llamen a las redacciones de los diarios locales en busca de un contacto o la intrahistoria de un tema. Podría decirse que de algún modo la labor del periodista local a veces se asemeja a la de ese sherpa de las regiones montañosas del Himalaya que es el primero en pisar territorios inexplorados.

Durante las últimas semanas, un grupo de profesionales de esta casa hemos tratado de transmitirles por qué creemos que el periodismo de proximidad es hoy más necesario que nunca. Primero, por la importancia de conocer el contexto, las causas que se esconden detrás de los hechos y las consecuencias que, irremediablemente, marcarán nuestro devenir. Para eso, aparte de una hemeroteca que abarca los últimos 80 años de historia de Almería, LA VOZ cuenta con un puñado de periodistas especializados cuyos conocimientos exceden con mucho los 280 caracteres de un tuit, pero que, puestos a sintetizar, bien se podrían adaptar a ese formato y al que haga falta.

También hemos reivindicado a aquellos que han construido esta provincia, empezando por Paco ‘el Piloto’, el visionario que levantó el primer invernadero. El principal culpable de que el erial se convirtiese en vergel. Y hemos defendido la figura del corresponsal de pueblo, que va un paso más allá del periodista local siendo algo así como el sherpa entre los sherpas.

El motivo de esta serie de artículos no ha sido otro que el de pedirles que nos acompañen en esta nueva etapa que empieza. Es más, puedo decirles sin miedo a equivocarme que ustedes, los lectores, son compañeros de viaje imprescindibles en la travesía hacia el cierre de contenidos que nos permitirá una mayor apuesta por la calidad y el rigor. Discernir qué podemos creer en el maremágnum de la sobreinformación y las ‘fake news’. Y, en última instancia, garantizar la supervivencia de un periódico al que nunca nadie podrá acusar de no defender los intereses de los almerienses. Nos va la vida en ello.

No sé si habrán visto ‘Los archivos del Pentágono’. Es una película que, como casi todas las de Steven Spielberg, peca de cierta épica, pero que hace suya una frase de origen incierto que define muy bien de qué va -o debería ir- esto de los medios: “El periodismo es el primer borrador de la historia”. Y aunque yo particularmente prefiero la denominación de Albert Camus, un enamorado del oficio del periodista al que definió como “historiador del instante”, sí les confesaré que en LA VOZ queremos seguir escribiendo el borrador de su historia, que es la historia de Almería. En papel, en digital y donde haga falta. ¿Nos acompañan?